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Hombre asesina a su propio hijo tras confundirlo con ladrones en su propia casa

Rodrigo Pérez Marcani, de 20 años, sufrió una herida de bala en el omóplato izquierdo que le provocó la muerte antes de llegar al hospital.  

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Una tragedia sacudió a una familia y dejó consternados a los habitantes del barrio Guiñazú, al norte de la ciudad de Córdoba, Argentina. 

El fatídico suceso ocurrió en los primeros minutos del domingo en una vivienda cercana al aeropuerto internacional Ambrosio Talavera, en un pequeño poblado ubicado en la salida norte de la capital provincial.

Confusión fatal: un disparo que cambió todo

Víctor Hugo Pérez Padilla, de 49 años, despertó sobresaltado tras escuchar ruidos provenientes del fondo de su casa. En medio de la oscuridad, distinguió varias sombras que le hicieron pensar en un intento de robo. Sin dudarlo, tomó su escopeta de doble caño calibre 16 y disparó para espantar a los presuntos intrusos. Las siluetas comenzaron a alejarse, pero en ese instante disparó nuevamente. Fue ese segundo tiro el que desencadenó el drama.

Los gritos de auxilio y desesperación rompieron el silencio de la noche. Al acercarse para investigar qué había ocurrido, el hombre descubrió que su hijo, Rodrigo Pérez Marcani, de 20 años, había sido alcanzado por el disparo. Junto a su esposa, intentaron salvarle la vida llevándolo de urgencia al Hospital Elpidio Torres. Lamentablemente, el joven llegó sin signos vitales.

El incidente ocurrió en una casa situada cerca del aeropuerto internacional Ambrosio Talavera, en un pequeño poblado de no más de 900 habitantes. Foto: iStok

La confesión y la detención del responsable

Víctor Hugo, en estado de shock, regresó a su vivienda en la calle Del Moxeno, un sector habitado por unas 900 personas, y tomó la escopeta utilizada en el incidente. Luego se dirigió a la comisaría de Guiñazú para entregarse a las autoridades. 

Entre lágrimas y consumido por el dolor, explicó lo sucedido. Relató que los ruidos en el fondo de su casa lo hicieron pensar que era víctima de un robo y disparó dos veces: el primer tiro fue para ahuyentar a los extraños y el segundo terminó impactando en su hijo.

En el hospital, se confirmó que Rodrigo tenía una herida de bala en el omóplato izquierdo y que su fallecimiento ocurrió antes de la 1 a. m. de ese domingo. La escopeta quedó confiscada, y el hombre permanece detenido mientras se define su situación judicial.

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