Una tatuadora alemana quiso ingresar al país por California cuando fue retenida en la frontera.
Una tatuadora alemana que intentó ingresar a Estados Unidos desde México por vacaciones fue detenida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y ya lleva más de un mes bajo custodia.
Se trata de Jessica Brösche, residente en Berlín, que había estado de vacaciones en México cuando decidió cruzar la frontera en San Diego junto a su amiga estadounidense Nikita Lofving. Sin embargo, al llegar al puerto de entrada de San Ysidro, agentes migratorios la detuvieron.
“Se la llevaron justo delante de mí cuando íbamos caminando”, contó Lofving a CNN. “Pasaron dos horas y entonces ella me llamó y me dijo: ‘Oye, me van a deportar. Te llamaré desde Alemania en un par de días’”, agregó su amiga.
Esa llamada ocurrió el 25 de enero, pero, en lugar de ser deportada de inmediato, Brösche permanece detenida en el centro de detención de Otay Mesa, en San Diego, California.
Según las autoridades migratorias, Brösche está bajo custodia debido a la “violación de los términos y condiciones de su admisión”. Un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) explicó que, cuando un extranjero al que se le deniega la entrada no puede reservar un vuelo de regreso, es entregado al ICE.
Brösche denunció que fue mantenida en confinamiento solitario durante ocho días tras su detención, lo que describió como una experiencia “horrible”. En una entrevista con KGTV, expresó su frustración: “Solo quiero volver a casa, ¿sabes? Estoy realmente desesperada. Realmente no entiendo por qué está llevando tanto tiempo volver a Alemania”, dijo.
Lofving cree que la detención se debió a un malentendido sobre el propósito de su viaje. Según explicó, Brösche tenía la intención de tatuarla en Los Ángeles, pero no como parte de un trabajo remunerado, sino dentro de un acuerdo entre artistas.
“Es decir, ella venía a trabajar, pero no realmente por dinero”, dijo Lofving a CNN y agregó que hacía tiempo estaban trabajando en este proyecto, por al menos cinco o seis años, a cambio de ropa que su amiga le confeccionaba especialmente.
El consulado alemán en Los Ángeles confirmó que sigue el caso de cerca y mantiene comunicación con las autoridades estadounidenses, así como con la familia y amigos de Brösche. Mientras tanto, sus allegados esperan que sea liberada y pueda tomar un vuelo de regreso a Alemania el 11 de marzo, pero desconocen si ICE permitirá su salida para esa fecha.
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