El informe único de la Comisión de Estudio del Proyecto de la Constitución de 1983 se definió claramente porque optaba por el término "órganos del Estado" y no "poderes", porque el poder no es otra cosa que la soberanía y esta es una, absoluta, indivisible, no pudiendo hablarse correctamente por ejemplo de una soberanía judicial. Fue una decisión meditada.
Nuestra Constitución determina que aun independientes, los órganos estatales colaboraran entre sí. Contrario a la colaboración, está el sometimiento o las acusaciones infundadas de un órgano hacia el otro.
El expresidente de la república Armando Calderón Sol calificó como un hecho positivo que reafirmaba la independencia de los órganos del Estado, la resolución que restituyó en su cargo al superintendente de la SIGET Orlando de Sola, destituido en mayo de 1997 por dicho presidente, añadiendo: "La sentencia será cumplida en los términos que ha sido proveída por el Supremo Tribunal". En otros casos se observó una conducta distinta por parte de su ministro Hugo Barrera y el director de la PNC Rodrigo Ávila, pues sus opiniones eran carentes de contenido jurídico. Ávila manifestó: "La resolución del juez es ridícula, absurda y conspirativa". Realmente su declaración tenía ese carácter. Se encontró sin embargo nuevamente a Calderón Sol: "Siempre he sido respetuoso del Órgano Judicial", ordenando no más críticas. Barrera declaró: "Las instrucciones del señor presidente deben acatarse porque él es el jefe".
En Chile, Ricardo Lagos cuando fue presidente de la república expresó: "Las decisiones judiciales se acatan, no se discuten". José María Aznar ante la libertad de líderes del grupo Heri Batasuna, brazo político del grupo terrorista ETA, dijo en julio de 1999 que su gobierno respetaba la voluntad del tribunal.
Francisco Flores tuvo una actitud diferente. Se manifestó en favor de McDonald’s contra Sevipronto: "Es intolerable que una empresa de gas y otra de comida rápida sean afectadas por bloqueos judiciales, una página negra que no vuelva a suceder". En otra ocasión: "A diferencia de los jueces y de la CSJ, consideramos que la Constitución no ha sido hecha para proteger a personas que cometen delitos. Los jueces se colocan al lado de los delincuentes". Y así fue repetitivo en frases similares. Ante ello el Dr. Agustín García Calderón, presidente entonces de la CSJ, tuvo que replicar: "El juez no es un estorbo, es un baluarte en la lucha por aplicar el estado de derecho". Victoria de Avilés, magistrada en ese entonces, se pronunció: "El mandatario no tiene que opinar sobre asuntos del Órgano Judicial y procesos cuyo contenido desconoce".
Salvador Sánchez Cerén acusó a los magistrados de afectar al pueblo, por admitir la demanda sobre la aprobación de deuda de $900 millones, utilizando fondos públicos con spots contra los magistrados. También dijo: "La crisis sobre el pago de pensiones es responsabilidad de la Sala de lo Constitucional, con esas sentencias que crean caos". También externó: "Inhabilitan personas, suspenden a la Asamblea que pueda conformarse y sobre todo con valoraciones antojadizas".
Años antes José Napoleón Duarte expresó: "Ahora resulta que una institución de segundo orden (la CSJ) sostiene la tesis que está por encima del poder electoral". Luego pidió disculpas considerando que debía prevalecer el criterio de la CSJ: "En ella descansa la responsabilidad de interpretar las leyes".
Buenos ejemplos: los de Calderón Sol, Lagos, Aznar y aun Duarte que rectificó. Malos ejemplos: Francisco Flores, Sánchez Cerén y también se debe incluir a Donald Trump por el irrespeto a los jueces que resuelven contra sus intereses.
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