El Salvador ha dado un paso histórico en la medicina regional al ser el único país en Centroamérica en contar con Gamma Knife Icon, la tecnología de radiocirugía sin bisturí más avanzada del mundo. Ubicada en el Centro Internacional de Cáncer (CIC) del Hospital de Diagnóstico, esta herramienta ha permitido tratar a 200 pacientes en un año.

El Gamma Knife Icon es un sistema de radiocirugía que utiliza haces de radiación de alta precisión para tratar tumores cerebrales, malformaciones vasculares y trastornos funcionales como la neuralgia del trigémino, epilepsia, parkinson, dolor crónico, ansiedad y depresión. Además, gracias a la integración de la plataforma Brainlab Elements, se logra mapear con precisión milimétrica las estructuras cerebrales, optimizando los tratamientos y preservando el tejido sano.

Desde 2014, el CIC ha tratado a casi 1,200 pacientes con Gamma Knife y desde 2019 a 1,000 pacientes más con CyberKnife. Sin embargo, fue el inicio de operaciones con Gamma Knife Icon en 2024 lo que marcó el aumento en la calidad y la cantidad de los tratamientos.

“Esta nueva máquina tiene mucha más versatilidad, capacidad y alcance. Eso favoreció que llegáramos a un número tan alto de pacientes”,
Dr. Eduardo Lovo, neurocirujano y director del programa de Gamma Knife en el Centro Internacional de Cáncer (CIC) del Hospital de Diagnóstico.

Ventajas de la Gamma Knife Icon

El Gamma Knife Icon ofrece beneficios únicos para los pacientes: no requiere hospitalización, anestesia ni sedación; no hay pérdida sanguínea ni riesgo de infección. “Se puede acostar en esta máquina por 30 minutos, luego se va a almorzar a su casa y después se puede ir de compras si quiere”, destacó el Dr. Lovo. Estas ventajas también reducen los costos en comparación con una cirugía abierta, que puede requerir cuidados intensivos en caso de complicaciones.

De igual forma, el programa social Gamma Knife Garantizado ha sido un pilar fundamental en este logro. Diseñado para asegurar el acceso a esta tecnología de punta a pacientes con metástasis cerebrales, el programa ofrece tratamientos subsiguientes gratuitos, sin importar la cantidad de veces que requieran de este servicio.

Un testimonio desde Honduras

Uno de los casos que reflejan el impacto de esta tecnología es el de Harley Paz, un niño hondureño de 8 años diagnosticado con un tumor en el cerebro. Su madre, Lilian Teruel, recuerda que tras recibir el diagnóstico en su país, las opciones de tratamiento eran limitadas y riesgosas. Sin perder la esperanza, su familia buscó una segunda opinión y encontró al CIC.

“El Dr. Lovo nos dijo que se podía tratar con radiocirugía. Le realizaron cinco radiocirugías en el mismo día y todo salió mejor de lo que esperábamos”, relató Teruel. Después del tratamiento, Harley recuperó el movimiento normal de su rostro y extremidades, y los controles posteriores han mostrado una reducción de más del 50 % en sus tumores. “Definitivamente fue la mejor decisión haber venido. Sin importar el sacrificio, lo haría una y mil veces”, afirmó.

En ese sentido, el CIC se ha convertido en un punto de referencia para pacientes provenientes de países de todo el mundo. “En Centroamérica solo hay una máquina, que es la nuestra. México tiene dos, Chile tiene dos y Brasil tiene tres. Son recursos extremadamente escasos”, detalló el Dr. Lovo.

Con más de una década de experiencia en radiocirugía y una trayectoria de once años utilizando tecnologías de alta gama, el equipo liderado por el Dr. Lovo proyecta a El Salvador como un líder regional en salud. “El Salvador tiene mucho que dar, y esto es prueba de que se puede apostar en grande en el país”, concluyó.