
Además del dolor de pies, los problemas renales pueden manifestarse con síntomas como calambres musculares en las piernas, que pueden originarse por alteraciones en el equilibrio de líquidos y electrolitos, acumulación de toxinas o problemas circulatorios.
El Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (Icopcv) alerta sobre la importancia de prestar atención a ciertos síntomas en las extremidades inferiores que podrían indicar problemas renales. La inflamación en esta zona del cuerpo, particularmente en los tobillos y pies, puede estar relacionada con una insuficiencia en la capacidad de los riñones para eliminar líquidos del organismo.
Jorge Escoto, podólogo y miembro de la junta directiva del Icopcv, señaló que muchas personas pasan por alto este síntoma, sin considerar que podría ser una manifestación de un problema de salud más grave.
"Hay muchas personas que no le dan importancia a tener los pies hinchados y, sin embargo, si se da con una frecuencia elevada es muy importante acudir al especialista porque pueden ser un indicativo de alguna disfunción de salud relevante", ha afirmado el especialista.
De acuerdo con la Sociedad Española de Nefrología, aproximadamente un 15 % de la población mundial presenta problemas renales, aunque muchos de los afectados podrían desconocerlo.
"Por eso, hemos de estar atentos a nuestros pies y si de forma continua presentan edema pueden ser un signo de que hay algún fallo en los riñones y no eliminan el exceso de fluido que se acumula en el cuerpo, que es lo que genera la hinchazón", explicó Escoto.
Desde el Icopcv también advirtieron sobre otros síntomas en los pies que podrían asociarse con un funcionamiento deficiente de los riñones. Entre ellos, destacan los calambres musculares en las piernas, que pueden originarse por alteraciones en el equilibrio de líquidos y electrolitos, acumulación de toxinas o problemas circulatorios.
Las personas sometidas a tratamientos de hemodiálisis también presentan afecciones específicas en los pies, similares a las de los pacientes diabéticos.
Estas incluyen neuropatías, alteraciones en la sensibilidad, debilidad en los pulsos, problemas vasculares y sequedad en la piel. Todos estos factores incrementan el riesgo de desarrollar heridas o úlceras que, en casos graves, podrían requerir una amputación.
"Hemos de concienciarnos de la importancia de cuidar los pies de los pacientes renales y de que periódicamente se sometan a protocolos de exploración y seguimiento del pie por parte de un podólogo para que controle sus niveles vasculares, sensitivos y alteraciones biomecánicas, si surgieran. Por supuesto, esto es especialmente relevante en pacientes con tratamiento de hemodiálisis para prevenir posibles ulceraciones", dijo Escoto.
El Icopcv enfatizó la necesidad de realizar revisiones periódicas con un podólogo, ya que estos chequeos incluyen cuidados esenciales como el corte y fresado adecuado de las uñas.
"En estas revisiones podológicas se procederá a realizar otros cuidados fundamentales como un corte y fresado adecuado de las uñas porque, al tener las piernas y pies hinchados, tienen mayor predisposición a encarnarse", señalaron desde el colegio profesional.
Asimismo, debido a la sequedad que suelen presentar estos pacientes, es fundamental eliminar la hiperqueratosis en los puntos de mayor presión. En algunos casos, los especialistas pueden recomendar el uso de plantillas o dispositivos ortésicos personalizados para aliviar la carga en la planta del pie o en los dedos.
Si bien la insuficiencia renal es una de las posibles causas de la inflamación en los pies. Entre ellas, se encuentran las enfermedades cardiovasculares, la insuficiencia venosa crónica, la trombosis venosa profunda, la pericarditis, la hipertensión pulmonar y la diabetes.
La advertencia de los podólogos resalta la necesidad de no ignorar este tipo de señales y acudir a un especialista ante la presencia frecuente de hinchazón en los pies.
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