La personalidad curiosa del cofundador de la empresa genera tensión entre los trabajadores.
Luego de casi 13 años del fallecimiento del carismático cofundador de Apple, Steve Jobs, muchos de sus empleados recuerdan la particular manera en la que el empresario convertía una agradable comida en un riguroso examen laboral.
De acuerdo con varias de las personas que tuvieron la oportunidad de conocerlo, el magnate no era un jefe cualquiera, ya que tenía una extraña obsesión por el detalle en las diferentes áreas de trabajo de la compañía y algunos aspectos de su vida personal.
En ese sentido, David Black, exempleado de la empresa de tecnología, mencionó que a pesar de las tensionantes o incómodas situaciones en las que Jobs colocaba a todos durante la hora del almuerzo, hoy es una de las figuras más influyentes dentro de la industria de la informática.
Conforme a ello, el hombre compartió una pequeña historia a través del sitio web de Business Insider, en la que describió como la presencia del visionario en las oficinas cambiaba por completo el ambiente del lugar.
Agregó también que cuando el cofundador de la compañía de Apple ingresaba a las mismas instalaciones en las que los empleados comían, nadie era capaz de compartir la misma mesa con él debido a que sus preguntas directas sobre el trabajo generaban grandes niveles de estrés en las personas.
Sin embargo, Black aclaró que no se trataba de una falta de respeto hacia su jefe, sino que, por el contrario, la mayoría de los empleados de la empresa temían que en cualquier momento Jobs los abordara para cuestionar la forma en la que realizaban sus responsabilidades laborales.
Según el exempleado, una de las preguntas más habituales del CEO de Apple era: “¿En qué estás trabajando hoy?”, la cual a pesar de parecer una interrogante muy sencilla, dejaba a más de uno en blanco.
Frente a esto, el hombre también señaló que era difícil saber en qué momentos el empresario estaba bromeando y en cuáles no. De hecho, contó que una ocasión uno de los becarios se cruzó con el magnate en un pasillo y este le dijo que por qué se dirigía hacia la planta baja del edificio si debía subir a trabajar.
A pesar de esto, no todos corrían con la misma suerte, ya que en una oportunidad un agente de ventas de Apple tuvo que compartir el mismo elevador con Jobs, quien no tardó en preguntarle a su empleado que había hecho durante el día y él solo contestó “vendiendo software”.
Por su parte, algunas personas han explicado que el tipo de liderazgo que practicaba el empresario estaba basado en las interacciones cotidianas, las cuales le permitían conocer y mantener a sus empleados al mismo nivel de su proyecto.
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