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Tras 16 años en el mar, botella enviada desde Brasil llegó a Australia y el mensaje que llevaba en el interior sorprendió

El mensaje contenía una instrucción clara: contactar a la escuela mencionada en la nota si alguien llegaba a encontrarlo, lo que permitió rastrear su origen.

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Un sorprendente hallazgo ocurrió en Ontario, Canadá, cuando una botella con un mensaje lanzado al lago Saint Clair hace más de dos décadas por una madre terminó en manos de un estudiante que asiste a la misma escuela que sus hijas.

Según el diario inglés 'Mirror', la autora del mensaje, Makenzie Van Eyk, quedó “en shock” al enterarse de que este objeto había sido descubierto por alguien cercano.

Una llamada inesperada

El 25 de octubre, Makenzie recibió una llamada telefónica que jamás imaginó. Provenía de la escuela primaria católica St. John the Baptist, en Belle River, donde estudian sus dos hijas.

Según relató, la secretaria de la institución comenzó diciendo: “¿Tienes unos minutos?”. Este tipo de preguntas suelen causar preocupación en los padres, pero la funcionaria aclaró rápidamente que era una buena noticia. "Encontramos una carta que escribiste y creo que tú querrás escucharlo", recordó Makenzie sobre aquella conversación.

La botella fue descubierta por un estudiante de la escuela, llamado River, cerca de un muelle en el lago Saint Clair. El mensaje, escrito cuando Makenzie tenía solo nueve años, incluía una solicitud específica: si alguien encontraba la carta, debía contactar a la escuela mencionada en el escrito.

El descubrimiento fue realizado cerca de un muelle del lago Saint Clair por un estudiante que decidió entregar la botella a las autoridades de la escuela. Foto:Makenzie Van Eyk

Una conexión que desafía el tiempo

“Cuando escuché por primera vez que habían encontrado la carta, me quedé muy impactada, algo que no esperas encontrar 26 años después. Que la encontrara, especialmente por parte de un niño que va a esta escuela, fue realmente emocionante y memorable”, expresó Makenzie, evidenciando la mezcla de asombro y emoción que le generó la situación.

Tras 16 años en el mar, botella enviada desde Brasil llegó a Australia y el mensaje que llevaba en el interior sorprendió

La botella fue lanzada al océano el 3 de noviembre de 2008. Foto:Redes Sociales

Un simple paseo matutino por la costa de Peterborough, en Victoria, Australia, terminó con un hallazgo extraordinario: una botella de vino verde, cubierta por conchas marinas, que había viajado más de 13.000 kilómetros en 16 años. Tony, un vecino del área, se topó con el objeto el lunes pasado y no tardó en compartirlo en redes sociales, donde la historia capturó la atención de miles.

La botella había sido lanzada al mar el 3 de noviembre de 2008 desde un punto ubicado a 50 kilómetros de la costa brasileña, entre Río de Janeiro y Salvador. En su interior, se encontraba una carta firmada por Joe Johnson, un ciudadano estadounidense, que proponía algo inusual. "Gracias por recuperar esta botella y tomarse el tiempo para ver qué había dentro. Para que valga la pena participar en mi experimento, le enviaré 20 dólares al recibir este mensaje".

La carta, escrita como parte de un experimento personal, no solo resistió las inclemencias del océano, sino que logró conectar a dos personas en extremos opuestos del mundo.

Curiosidad y compromiso

Johnson, quien disfruta realizar experimentos poco convencionales durante sus viajes en crucero, explicó que ha arrojado decenas de botellas similares a los mares del mundo con la intención de descubrir hasta dónde pueden llegar. “Mi esposa y yo hemos estado en muchos cruceros. No recuerdo esta botella específica, pero es increíble saber que terminó en Australia”, declaró a ABC Radio Melbourne.

El autor del mensaje, sorprendido por la distancia que recorrió la botella y por su reciente descubrimiento, aseguró que cumplirá con su palabra de enviar los 20 dólares prometidos al descubridor.

Viral en redes sociales

La noticia del hallazgo generó una ola de reacciones en plataformas digitales. "¡Qué fantástico! ¡Me encantó esto!", comentó un usuario, mientras que otro destacó la increíble travesía del objeto. "¡Es un descubrimiento fascinante! Pensar que sobrevivió 16 años en el océano".

Para Tony, la botella no es solo un objeto curioso, sino una prueba tangible de cómo el azar puede conectar a personas desconocidas a través del tiempo y la distancia. Aunque no ha confirmado si reclamará el premio ofrecido por Johnson, la botella permanece como un testimonio silencioso de una aventura marítima que, por su singularidad, parece salida de un guion cinematográfico.

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