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Violación en un internado de Argentina: “¡Yo gritaba pidiendo ayuda! ¡¿Por qué la seño no vino?! El desgarrador relato de un niño de 7 años abusado por chicos mayores

El hecho fue denunciado por la madre del menor, que concurre a una “escuela albergue” del norte de Santa Fe; el Ministerio de Educación abrió un sumario al personal del establecimiento. 

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La madre de un alumno de la “Escuela Albergue Conrado Nalé Roxlo N°1211”, de Gato Colorado, departamento 9 de Julio, cerca del límite tripartido con Chaco y Santiago del Estero, denunció que su hijo, de 7 años, fue víctima de una violación en manada en el establecimiento, que cuenta con la modalidad de internado para sus alumnos.

En la presentación ante la Justicia, la mujer, apoyándose en declaraciones de su hijo y de una hija mayor, de 11 años, que también concurre al establecimiento y habría presenciado lo que sucedía en una habitación del denominado “albergue” para los concurrentes, pidió que quienes están a cargo del establecimiento “se hagan cargo”.

“Quiero que me den una explicación: por qué no escucharon los gritos desesperados de mi hijo pidiendo ayuda, por qué no fueron a ver qué pasaba, por qué le arruinaron la inocencia. Que vayan presos, que paguen el dolor que está sufriendo mi hijo. Lo que hicieron fue abandono de un alumno”, dijo en declaraciones a la radio 107 FM Digital.

Aún no se conocen públicamente las edades de los presuntos abusadores. Solo trascendió que tendrían entre 10 y 15 años. Según trascendió, en el lugar se desempeñan una directora, una docente, un cocinero, un ayudante de cocina y el celador nocturno.

La madre de la víctima pidió, además, que el personal de la escuela sea separado de sus funciones. “Hoy fue mi hijo, mañana puede ser otro”, señaló, para luego añadir en, un llamado desesperado: “Si alguien pasó por esa escuela y sufrió lo mismo, que hable. Dicen que pasaron muchas cosas; que los padres de esos niños hablen hoy, que no tengan miedo, que hablen, por favor”.

Desde la Delegación del Ministerio de Educación que actúa por jurisdicción señalaron que se radicó la denuncia penal. Tomaron intervención el juez penal de Primera Instancia de Tostado, José Luis Estévez, y funcionarios de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de Santa Fe.

El Ministerio de Educación de esta provincia inició un sumario administrativo al personal docente a cargo del establecimiento donde ocurrieron los hechos.

“Lo que se busca es poder esclarecer lo sucedido y deslindar las responsabilidades del personal docente”, aclaró este martes a LA NACION una fuente de la cartera educativa.

La fuente agregó que personal de la Subsecretaría Legal y Técnica del Ministerio mantuvo entrevistas con la madre de la víctima y su abogado, y con todo el personal que cumplía funciones en el internado.

No se descartan citaciones para escuchar los testimonios de la directora y el resto del personal, mientras se mantiene en reserva todas las identidades de los involucrados en el grave hecho.

La denuncia

Los hechos quedaron al descubierto el viernes pasado, cuando la madre del menor, que aguardaba frente al edificio comunal de Santa Sylvina, provincia de Chaco, el arribo del transporte que llevaba los niños a esa localidad ubicada a 30 kilómetros del albergue de Gato Colorado, vio que al descender del vehículo el niño se cayó y no reaccionaba.

“Estaba como enajenado, abstraído. Lo único cierto era que lloraba sin poder explicar su trauma. Me di cuenta de que estaba en condiciones emocionales excepcionales y mostraba dolor en su cuerpo”, dijo. “En esas condiciones fuimos a casa y ante mi insistencia me dijo que se había lastimado caminando en un lugar con muchas espinas y que tenía mucho dolor. Cuando intenté revisarlo volví a encontrarme con la negativa de ser tocado y se volvió a refugiar en su llanto”, explicó en su presentación.

La mujer agregó: “Luego de unos minutos me dijo ‘no quiero que me toques’, pero después de llorar unos minutos, y mientras yo le decía que si tenía espinas se las iba a sacar, aceptó que le mirara la zona lastimada. Cuando observé el lugar me di cuenta de todo. Le dije que no eran espinas y él me respondió que si le prometía que no iba a ir más a esa escuela me contaría qué había pasado. ‘No quiero ir más, no quiero ver a mis compañeros’ me dijo”.

“Tras calmarlo, lo llevé al doctor, aunque no quería que lo tocara. Lo acostó en la camilla boca abajo, y él no quería ser tocado por un varón. El médico lo tranquilizó y pudo revisarlo, constatando lo que había sucedido”, siguió la mujer.

El peor momento que vivió el menor de 7 años fue el miércoles pasado, aunque antes, el lunes y el martes, dos alumnos mayores que él, en un juego perverso, le introdujeron sus penes debajo del pantalón.

“Mi hijo me dijo que no le contó a la maestra porque los chicos lo amenazaban. Pero el miércoles, cuando terminó el horario escolar, a las 15, los enviaron a sus habitaciones a cambiarse la ropa y sacarse el guardapolvos. Y en ese momento los abusadores lo tiraron boca abajo y lo sometieron. ‘¡Yo gritaba pidiendo auxilio! ¡¿Por qué la seño no vino!?’, preguntó inocentemente. La verdad es que nadie fue a ayudarlo, aunque por las dimensiones del lugar, muchos habrán escuchado”, recriminó.

Algo más ocurrió casi en simultáneo. “Las nenas escucharon y fueron a ver. Mi hija vio todo. Quedó en shock. Una compañera entró, intentando que se terminara la agresión, y la manosearon. Las nenas le gritaron a la seño, que estaba sentada en la galería, pero no fue. No los ayudó”, según el relato de la mamá de la víctima.

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