La Finca San Antonio, en Los Planes de Renderos, se ha dedicado por más 30 años al cultivo de árboles naturales de Navidad. Cada temporada se prepara con una nueva plantación, lista para avivar el espíritu navideño de familias salvadoreñas.
José Antonio Trigueros es un salvadoreño fascinado por la Navidad, y a sus 70 años aún se considera una persona con “mucho mucho espíritu navideño”.
Trae a su memoria cuando era un niño y recuerda que la llegada de esta época “era una ocasión esperada” por toda su familia, especialmente la tradición de poner el árbol de Navidad.
“Salíamos con mi papá a cortar una rama de pino caribaea, del maderable, común y corriente, y la colocábamos en la casa”, rememora don José.
Muchos años después, nunca se imaginó que su fascinación por esta tradición, que por tanto tiempo le dio un significado especial a esta época del año, llegaría a su vida para compartirla con los demás a través del cultivo de árboles navideños.
“Me consideraría una persona con mucho mucho espíritu navideño, me fascina la Navidad. Yo disfruto el árbol navideño de mi casa igual que el chompipe. Es un experiencia especial”, José Antonio Trigueros, propietario de Finca San Antonio.
Como propietario de Finca San Antonio, ubicada en Los Planes de Renderos, don José Antonio continuó el legado que le dejó su tía, María Trigueros Martínez.
La idea de cultivar árboles para Navidad la inició doña María después de que compañeros de su trabajo en la embajada de Estados Unidos le preguntaran dónde podían conseguir árboles naturales. “Así nació la idea, eran extranjeros buscando árboles naturales en El Salvador”, menciona don José.
Según cuenta, fue su tía quien le enseñó todo sobre el cultivo de los árboles, su mantenimiento y el trato. “A ella le gustaba la agricultura, era propietaria de una parte de esta finca, y con la inquietud empezó a averiguar, viajaba y conseguía semillas, venía y probaba; de eso hace 25 años”, comparte.
Ahora es él quien está al frente de la finca y cada año se prepara para comercializar una nueva plantación para la temporada decembrina y alegrar a familias salvadoreñas con la ilusión de tener su propio árbol natural.
Tras 15 años en el negocio, don José cree que ha desarrollado “la capacidad de detectar cuando aparecen clientes con verdadero espíritu navideño o cuando vienen clientes cumpliendo con la tradición”.
Para que un árbol natural de Finca San Antonio pueda ser utilizado cada Navidad, se requiere un trabajo de tres años hasta completar su crecimiento y tamaño ideal.
La especie cultivada por la finca es el ciprés canadiense, la cual han logrado “aclimatar” y varía según el color y la forma de la rama, asegura don José. “Nosotros aquí rondamos los 900 a 1000 metros de altura, y en esas condiciones se desarrolla bien”, destaca.
El reto inicia con la siembra de la semilla en un almácigo, donde el árbol pasa los primeros seis meses. Esta etapa es crucial pues no todas las semillas llegan a germinar, solo un porcentaje logra crecer.
Luego estos árboles son puestos en un vivero con condiciones controladas de luz y riego, donde pasarán otros seis meses hasta ser trasplantados al suelo.
Los principales cuidados durante este tiempo van desde el control de plagas, insectos, hongos y nematodos hasta la fertilización, chapoda y limpieza del terreno, además de combatir factores climáticos como la temperatura, humedad y lluvia. “Es un plan de mantenimiento que tenemos mes a mes, invierno y verano”, explica el propietario.
Actualmente, Finca Don Antonio maneja una plantación de aproximadamente dos mil árboles entre los que se cortan cada año, los que vienen en proceso y los recién sembrados.
Según el propietario, la disponibilidad de los arbolitos empieza en los meses de septiembre y octubre, cuando ya han alcanzado su tamaño ideal y con la garantía de poder escoger y reservar los mejores. Sugiere no esperar hasta diciembre, donde la mayoría de la producción ya está comprometida.
Parte de las recomendaciones son que el árbol después de cortado debe permanecer en agua para mantenerse hidratado y reponer cada cierto tiempo la cantidad que vaya absorbiéndose, por lo menos los primeros 15 días. También para prolongar la duración del árbol se aconseja evitar la exposición directa al Sol y utilizar preferiblemente luces LED que no produzcan tanto calor.
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