Energía del Pacífico (EDP) cumple dos años desde que inició sus operaciones en Acajutla, Sonsonate. Durante este tiempo, ha sido un actor clave en la diversificación de la matriz energética y la estabilidad del sistema. Su participación ha permitido reducir más de 3.5 millones de toneladas de CO2 y estima un ahorro de $500 millones en la tarifa eléctrica.
La incorporación de la primera planta de gas natural a El Salvador, hace dos años, significó para el país un cambio importante en su matriz energética y un ahorro significativo en términos de costos de tarifa y medioambientales.
José Sarmiento, vicepresidente y gerente de país de Energía del Pacífico (EDP), hace una evaluación del aporte que la empresa ha realizado desde mayo de 2022 y las proyecciones de expansión que tiene por delante.
“Con la entrada de EDP, El Salvador ha alcanzado su independencia energética y ha pasado de ser un país importador a uno exportador en el Mercado Eléctrico Regional”, asegura.
La planta de EDP consiste en una central generadora a base de gas natural de 380 megavatios (MW), una unidad flotante de almacenamiento y regasificación y la infraestructura de transmisión asociada. “Con su funcionamiento ha contribuido a la diversificación de la matriz energética, pero, sobre todo, a la estabilidad del sistema eléctrico salvadoreño”, afirma.
Desde 2022, la empresa ha generado 4,600 gigavatios hora (GWh) que cubren el 31% de la demanda energética del país.
En julio, el informe de la Unidad de Transacciones (UT) indicó que su participación en la inyección de energía fue de 23.53%, superior a la que aportó la geotermia.
En términos monetarios, la generación energética de esta compañía se ha traducido en un ahorro de más de $500 millones a la tarifa eléctrica, que de acuerdo con Sarmiento, impacta en el precio de la tarifa eléctrica, que se actualiza cada tres meses en El Salvador.
“Sin EDP, la tarifa eléctrica estaría cerca de un 33% más alta de lo que se encuentra actualmente”, detalla.
Pero, además, ha representado una reducción en la emisión de gases de efecto invernadero en más de 3.5 millones de toneladas equivalentes de CO2.
“EDP ha desempeñado un papel clave en la diversificación y transición de la matriz energética de El Salvador.
EDP puede generar, en cualquier momento, desde 9 MW hasta 380 MW y esta flexibilidad y alta disponibilidad complementa eficientemente las energías renovables existentes y potencia la incorporación de mayor energía renovable a futuro en el país. Esta firmeza y complementariedad con la energía renovable es la que se busca cuando se habla de transición energética”, asegura.
La construcción de la planta fue concebida en 2012 como una alternativa para agregar una mayor estabilidad a los precios del sector eléctrico que en ese momento, fluctuaban en el mercado de oportunidades o mercado Spot. Fue después de un largo proceso legal y financiero que la empresa, cuyo principal accionista es la estadounidense Invenergy, obtuvo luz verde para iniciar su construcción en 2020. Pero la pandemia del covid-19 retrasó todos sus proyectos, y su infraestructura, ubicada en Acajutla, Sonsonate, inició operaciones 28 meses después de iniciada la construcción.
Su llegada implicó una inversión total de $1,150 millones, una de las más altas de las últimas décadas en El Salvador.
Puesta en marcha, el siguiente reto de esta planta ha sido alcanzar la estabilidad operativa que implica una inversión de esta envergadura.
“Integrar una planta de 380 MW como EDP en un sistema eléctrico con una demanda máxima de 1100 MW, como El Salvador, naturalmente presentaba desafíos. Sin embargo, a pesar de la magnitud y complejidad del proyecto, EDP logró estabilizar su operación en un periodo muy corto, gracias nuevamente al esfuerzo y dedicación constante de nuestro equipo de trabajo y al respaldo de nuestros socios comerciales”, señala Sarmiento.
El vicepresidente y gerente de país de Energía del Pacífico tiene más de 25 años de estar de lleno en el sector eléctrico y conoce cómo se desarrolla al rubro.
Los nuevos retos
Con la planta en total funcionamiento, ahora el reto de la empresa es la eficiencia de sus operaciones. “En el futuro inmediato, EDP continuará consolidándose como un actor relevante en el sector eléctrico nacional y regional y, mejorando su eficiencia operativa”, señala.
Pero, además, está en el horizonte la exploración de nuevos proyectos, que estarán sujetos a lo que demande el mercado.
“En línea con esta misión, efectivamente, EDP está explorando nuevas oportunidades de crecimiento, las cuales dependerán, por supuesto, de las condiciones de mercado a futuro, dichas oportunidades consideran expandir nuestra capacidad de generación y llevar el GNL a la industria salvadoreña, entre otros”, afirmó.
El precio del gas natural en el mercado internacional no es, hoy por hoy, un factor que preocupe a la compañía, pues EDP cuenta con un contrato de largo plazo con Shell para el suministro del Gas Natural Licuado (GNL), el cual cubre la totalidad de las necesidades de GNL. “Gracias a este contrato, EDP no está expuesto a la volatilidad del mercado de corto plazo de GNL, que es el que principalmente se ha visto afectado como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania”, afirma.
El gas natural es un derivado de los hidrocarburos, pero sus componentes son menos dañinos para el medio ambiente y por esa razón, se les considera una alternativa energética de transición, hasta llegar a una generación totalmente renovable.
Para Sarmiento, El Salvador ha avanzado en ese camino hacia lograr el 100% de su energía renovable y la operación de EDP ha sido un actor clave para lograrlo y mostrar su líderazgo.
“Todos los países en la región están buscando iniciar esa transición energética, y en ese sentido, consideramos que El Salvador va un paso adelante al resto de países en la región”, señala.
Excedentes de energía se comercializan en la región
La incursión de Energía del Pacífico en la matriz energética salvadoreña también ha sido clave para impulsar la exportación de energía hacia los demás países de la región con quienes se comercia a través del Mercado Eléctrico Regional.
Su generación ha permitido crear excedentes para comercializarlos a mejor precio entre los países vecinos.
Energía del Pacífico fue catalogado como agente autorizado para realizar la transmisión de energía en el MER desde el 19 de enero de 2023 y a partir de junio de ese mismo año, las exportaciones de energía comenzaron a incrementar.
Los reportes de la Unidad de Transacciones al cierre de 2023 muestran que solo esta compañía generó un total de 2,480.6 GWh a lo largo del año, la mayor inyección de energía del sistema, superando la inyección de la energía hídrica, a través de sus 5 presas hidroeléctricas, con 1,483.3 GWh, e incluso, superando la geotérmica, que inyectó 1,478.3 GWh.
“Con la entrada de EDP, El Salvador ha alcanzado su independencia energética y ha pasado de ser un país importador a uno exportador en el Mercado Eléctrico Regional”, afirmó José Sarmiento, vicepresidente y gerente EDP El Salvador.
Marzo, abril y mayo fueron los meses en los que El Salvador vendió más energía a sus países vecinos, incrementando hasta en un 86% la venta de este recurso, en momentos en que Guatemala y Honduras tuvieron que racionar el servicio debido a las pocas lluvias de esa época.
La comercialización de energía en Centroamérica representó ingresos por $27.0 millones para la economía nacional, según el BCR.
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