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Exportaciones de café de El Salvador caen en 184,000 quintales en el quinquenio

El valor de las ventas ha sido favorecido por el aumento del precio del aromático en el mercado internacional, sin embargo el volumen sigue en picada.

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El cambio climático, mal manejo de fincas y falta de mano de obra, ya está presentando sus primeros impactos en la caficultura salvadoreña que cada vez exporta menos. Según datos oficiales, entre 2019 y 2024, las exportaciones del aromático se contrajeron en 184,217 quintales (23.6%). 

Los registros del Banco Central de Reserva (BCR) apuntan que en 2019 las ventas anuales fueron de 779,459 quintales, mientras que en 2024 llegaron a los 595,242 quintales.

Sin embargo, al verificar el monto de exportación se identifica un incremento de $25.3 millones en el mismo periodo favorecido por los mejores precios del aromático en el contrato “C” de la bolsa de Nueva York, que es el valor de referencia para los cafés arábigos suaves, como el salvadoreño.

En 2019, las exportaciones sumaron $111.80 millones y en 2024, $137.10 millones, pese a la mejora, si se comparan las cifras al mes de diciembre del año pasado, con las de 2023, las ventas del grano registraron una disminución del 6.8%.

Según un informe analítico de comercio exterior del BCR, en 2024, “las exportaciones de café fueron moderadas y uno de los factores que podría haber incidido en este desempeño, fueron las lluvias irregulares que afectaron la floración de los cafetos”, lo que a su vez causó daños en la cantidad y calidad del grano que provocando que la producción y recolección se retrase, desplazando así el ciclo productivo del café”.

Solo en diciembre de 2024, las exportaciones de café oro y otros cafés sin descaifeinar, sin beneficiar (café cereza), café pergamino y descaifeinado), totalizaron $3.6 millones, esto significó un 144.3% adicional, en relación con el mismo mes de 2023, cuando las ventas sumaron $1.5 millones.

Este resultado fue fuertemente impulsado por el precio del aromático, el cual pasó de $180.90 a $250.18 por quintal.

Tendencia internacional 

En las últimas semanas los precios del café han mantenido una fuerte racha alcista, tanto que el pasado 10 de febrero, rompieron el máximo alcanzado desde 1980, según los registros, con $431 por saco.

El nuevo máximo histórico en los contratos de futuros más cercanos estuvo relacionado con la escasez de lluvias en Brasil, el mayor productor mundial de café arábica y que esta situación climática incide en la proyección de una menor producción en ese país, de alrededor un 4.4%.

Sergio Ticas, presidente de la Asociación Cafetalera de El Salvador (ACAFESAL) expone que aunque los precios del aromático se encuentren altos, los productores no están aprovechando los beneficios como se debería porque no venden a precio de bolsa sino al costo del beneficiador.

Asimismo, comentó que los compradores internacionales “no están comprando café. Ellos están usando las existencias que tienen en su bodega que les pueden durar de tres a seis meses, en espera que posiblemente bajen los precios internacionales”.

Por su parte, Ernesto Lima, productor y presidente de la Unión De Cooperativas De Cafetaleros (UCAFES) coincidió en que “los compradores no están comprando a estos precios”. “Solo estamos viendo pasar los precios en una pantalla. Además, es muy poca gente la que logró esos precios porque la mayoría ya había vendido”, dijo.

Los precios internacionales se mantuvieron arriba de los $400 hasta este viernes,  cuando llegaron a los $390.

Situación nacional 

Los registros del Instituto Salvadoreño del Café (ISC) indican que en los últimos seis ciclos agrícolas la producción ha bajado 61,789 quintales, al pasar de 955,115 quintales en el ejercicio cafetero 2018/2019, a 893,326 en el 2023-2024.

Lima explica que la caída de la producción se debe al abandono de las tierras dedicadas al cultivo debido a los bajos precios del café años atrás.

“Ha habido una baja considerable del cultivo de café y por ende de la exportación por la baja de precios desde 2019, y hasta seis años atrás, por no decir más. El precio del café no permitía a los caficultores pagar sus créditos, muchos de ellos perdieron sus propiedades y otras las abandonaron porque el saldo era rojo”, mencionó.

De acuerdo con el productor, “haciendo un recuento de la cantidad de terrenos que eminentemente eran cafetaleros también han cambiado su vocación, ya sea porque están cerca de las zonas urbanas, sea porque están cerca de zonas turísticas”.

Otro de los factores que ha incidido en la baja de la producción es el poco interés de la juventud en la caficultura. “Algunos aunque hayan heredado tierras de café, no han continuado el cultivo”, aseguró. Además, el cambio climático ha afectado las cosechas.

En diciembre pasado, ACAFESAL estimó que la tormenta Sara dañó 45,000 quintales de café, lo que significa una reducción para el ciclo cafetero 2024-2025, el cual se proyecta que deje 800,000 quintales.

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