La participación de la energía solar en la matriz energética de El Salvador creció un 380 % en los últimos seis años, según los datos de la Unidad de Transacciones (UT).

En 2017, la generación de energía fotovoltáica apenas era de 94.8 gigavatios hora (GWh), lo que representaba solo el 1.45 % de la matriz energética de ese momento.

Pero ahora, la diversidad de paneles solares instalados en los techos de empresas, así como la generación de otras dedicadas a inyectar al mercado mayorista, han multiplicado esta cifra. A diciembre de 2022, este recurso inyectó un total de 540.1 GWh, lo que representó el 7.62 % de la matriz energética de ese año.

Y en 2023, este recurso mantuvo una importante cuota de la matriz energética, sobre todo en un año que se caracterizó por las altas temperaturas y poca lluvia, lo que redujo la generación hídrica. Según la UT, los datos acumulados entre enero y noviembre de 2023 indican que se generó un total de 493.52 GWh, un 7 % de la matriz energética del país.

“Por lo fácil de la tecnología y los precios que se abarataron es que aumentó la generación de energía con paneles solares. Ahora falta que sea sostenible”
Roberto Saravia, Experto en energía

La información corresponde al mercado mayorista, es decir, a la energía que se inyecta a la red eléctrica en cantidades significativas para distribuirla posteriormente a miles de hogares.

Sin embargo, el uso de los rayos solares para generar energía se ha aprovechado en El Salvador desde hace varias décadas, según reseña el experto en energía, Roberto Saravia.

Comenzó en los sistemas de distribución y la demanda incrementó cuando los precios se fueron en picada", explicó el experto, quien ubica 2010 y 2011 como los años en los que los costos comenzaron a ceder.

A partir de ahí, hubo más interés en construir paneles solares a gran escala, que contribuyeran a diversificar la matriz energética salvadoreña. El primer parque solar fue construido en 2014 en el cantón Barrio Nuevo de Tecoluca, en San Vicente, con una generación de 2 megavatios.

Posteriormente, empresas privadas e incluso las mismas compañías distribuidoras han invertido importantes sumas de dinero para instalar parques solares.

Empresas como la francesa Neoen instalaron grandes parques de energía solar en tierra, que se han convertido en referentes para otras compañías. Solo esta empresa cuenta con dos plantas de energía, una en Usulután y otra en La Paz, que juntas suman una capacidad instalada de 14 MW (megavatios). La empresa distribuidora AES es una de las compañías que más ha invertido en energía solar. A la fecha opera 15 plantas con fuente fotovoltaica, lo que representa el 25 % de la energía solar que se genera en el país.

Esta distribuidora ha invertido más de $200 millones en dichas plantas. A esto hay que sumar las inversiones en energía solar que han realizado centros comerciales, supermercados, universidades, colegios, entre otros.

En busca de la estabilidad

Pero si bien es cierto, la energía fotovoltáica ha ido creciendo con el paso de los años, también se necesita potenciar medidas para que esta energía sea sostenible.

Saravia explica que, debido a que el principal recurso de esta energía es el sol y este no es totalmente seguro y constante, se deben buscar alternativas de almacenamiento.

“Una de las claves para persistir en energía renovable es la diversificación tecnológica en el almacenamiento. Los países deben incorporarlo en su regulación”.
Andrés Rebolledo, Secretario general de Olade

En 2023, durante el desarrollo del Congreso Regional de Energía realizado en San Salvador, el secretario general de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), Andrés Rebolledo, dijo que una de las claves para persistir en energía renovable es la diversificación tecnológica en el almacenamiento. Empresas como Neoen o AES han comenzado a hacer inversiones en baterías de almacenamiento, para que la energía solar esté disponible siempre.

Pero el experto Roberto Saravia afirma que para eso, el gobierno también tiene que tener una política energética definida y hacer algunas reformas legales para incentivar el uso de las energías renovables como la solar, pero también protegerlas.

El gobierno, por su parte, disolvió el Consejo Nacional de Energía (CNE) y lo fusionó con la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas, donde no hay estadísticas sobre la evolución de las energías renovables ni documentos que refieran a las políticas estatales para incentivar y ordenar las energías renovables.