El mercado integrado de Valores entre El Salvador, Panamá y Nicaragua creció 67% hasta octubre pasado, negociando este 2024 más de $130 millones.
La integración de los mercados bursátiles entre El Salvador, Panamá y Nicaragua ha crecido este año pasados agigantados. Con datos hasta octubre, las negociaciones del Mercado de Valores Integrado de América han superado los $130 millones, es decir un crecimiento interanual de 67%; el año pasado el mismo periodo habían negociado $78 millones, comparte Valentín Arrieta Director Ejecutivo de la Bolsa de Valores de El Salvador y presidente de la Asociación de Mercados de Capitales de las Américas (AMERCA).
“Esto refleja tanto el interés sostenido de los inversionistas en mantener un portafolio diversificado, como el avance en la consolidación de una plataforma regional que permite un acceso más eficiente y transparente al mercado de valores”, aseguró.
La integración que inició en 2017 arrancó con $17 millones, un año después ese número había ya crecido casi cuatro veces. En 2023 se negociaron $87 millones.
“De 2017 al cierre de octubre, el mercado integrado alcanzó los $588 millones negociados, en 3,406 transacciones. En este año, hemos visto un crecimiento del 31% en los volúmenes y un 24% en número de transacciones”, agregó Arrieta.
En este mercado los instrumentos de renta fija son los más demandados, según explica el directivo, es gracias a que ofrecen una combinación atractiva de seguridad y rendimiento; se negocian mucho menos las acciones o los instrumentos de renta variable. “Es un indicativo de cómo el mercado integrado atrae a diferentes perfiles de inversionistas, desde aquellos con enfoque conservador hasta los que buscan opciones de mayor rendimiento”, explicó.
Por ejemplo este año los títulos panameños negociados en El Salvador fueron $74 millones, de estos un 89% fueron certificados de inversión y aproximadamente un 11% de papel bursátil. Mientras que los instrumentos salvadoreños negociados en el mercado panameño sumaron $56.1 millones y fueron en un 75% bonos, un 22% valores comerciales negociables y un 3% acciones.
Según Arrieta, el inversionista en el mercado integrado es alguien que entiende el valor de la diversificación regional y busca maximizar sus rendimientos a través de oportunidades transfronterizas. “Estos inversionistas, individuos o instituciones, están atentos a las oportunidades que ofrecen las economías de la región y valoran la posibilidad de participar en un mercado amplio y transparente, además de tener una visión a largo plazo y una disposición a explorar opciones que fortalezcan sus carteras, beneficiándose de la diversidad económica y el potencial de crecimiento que cada país”.
La integración de los mercados de valores de Centroamérica es una iniciativa que se formalizó con una carta de intención en 2008. Panamá y El Salvador dieron el primer paso en mayo de 2017, y en marzo de 2023 se incorporó Nicaragua, aunque aún faltan procedimientos operativos.
Ya se han iniciado todos los procesos para que se pueda materializar esta integración, ya sea en temas de comunicaciones, operativos, autorizaciones de los puestos que se convertirán en Operadores Remotos; explicó Arrieta que aseguró que del lado de los puestos de Bolsa, están “apoyándoles para que el proceso sea lo más fácil posible y poder tener lo más pronto las primeras negociaciones en las que participe el mercado nicaragüense y contabilicen en el flujo de transacciones del mercado integrado y por supuesto que su estructura de inversionistas así como empresas emisoras aprovechen todos los beneficios que este mercado ofrece”.
Se espera que en diciembre de este año se haga una primera transacción de parte de Nicaragua, señaló.
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