La agencia calificadora Fitch Ratings considera que el proyecto de presupuesto 2025 que presentó el Gobierno de El Salvador busca mejorar las finanzas estatales, pero no asegura un acceso inmediato a los mercados.
El proyecto de Presupuesto General del Estado 2025, que está en manos de la Asamblea Legislativa de El Salvador, “muestra un compromiso con la consolidación fiscal y la reducción de los riesgos para la sostenibilidad de la deuda pública”, pero aún queda por ver si ayudará a abrir de nuevo los mercados para que el gobierno salvadoreño obtenga financiamiento externo adicional, valoró la agencia calificadora Fitch Ratings.
“La consolidación prevista se basa en reducciones sustanciales del gasto, incluida una congelación general de los salarios del sector público y la eliminación de puestos vacantes, y un menor gasto relacionado con bienes y servicios”, indicó una nota publicada por la calificadora este martes.
El proyecto de presupuesto para 2025 asciende a $9,663 millones. El Ministerio de Hacienda, cartera responsable de su formulación, ha reconocido que desea contener el gasto con medidas como el congelamiento de los escalafones de salud y educación, la eliminación de plazas vacantes, la suspensión de consultorías, entre otras acciones.
“Estos ahorros compensarían con creces el aumento previsto del gasto en intereses debido a las limitaciones de financiación y los altos costos de endeudamiento, además de un gasto de capital ligeramente superior”, agregó Fitch.
El próximo año, el gobierno ha programado $2,785 millones al pago del servicio de la deuda (capital e intereses) una cifra que superará a los presupuestos de salud y educación.
Además, paga tasas de interés arriba del 8% por los títulos de deuda que emite en el mercado de valores interno para financiarse, principalmente Letras del Tesoro (LETES) y bonos; y en su última salida al mercado internacional, con una emisión de bonos por $1,000 millones en abril pasado, se comprometió a cancelar una tasa de interés implícita del 12%.
La agencia pronostica que el déficit fiscal del país bajará al 3.1% con respecto al PIB (producto interno bruto) en 2025 tras quedar en un 3.9% en 2024.
Para la agencia, estas medidas enfrentan riesgos en su ejecución, porque si bien la actual administración advirtió sobre la necesidad del ajuste en este segundo periodo, “creemos que el presidente (Bukele) se mantendrá alerta a las señales de descontento popular”.
Fitch considera que el proyecto presentado reduce los riesgos sobre para su pronóstico de que la deuda general del gobierno respecto al PIB se estabilice en alrededor del 85% en los próximos años, “aunque las perspectivas de crecimiento moderadas (a pesar de la reciente mejora en la seguridad) y los altos costos de endeudamiento continúan pesando sobre la trayectoria de la deuda”, advirtió.
Fitch Ratings destacó que el aparente progreso en la negociación de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha resultado “en una disminución de los rendimientos de la deuda soberana a 10 años de alrededor de 300 puntos básicos y por debajo del 10%”.
“Una consolidación fiscal exitosa puede seguir fortaleciendo la confianza de los inversionistas en la sostenibilidad de la deuda de El Salvador, haciendo posible un mayor endeudamiento en el mercado”, expresó la agencia.
Lograr un programa con el FMI le permitiría a El Salvador “liquidez externa” y “reduciría los costos de endeudamiento”.
“El presupuesto de 2025 indica el apetito del gobierno por un ajuste fiscal consistente con el requisito de sostenibilidad de la deuda pública del FMI”, afirma Fitch en su publicación.
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