El acuerdo que negoció El Salvador con el Fondo Monetario Internacional (FMI) implica un ajuste fiscal de 3.5% del producto interno bruto (PIB). ¿Y qué medidas se tomarán para hacer ese ajuste? La principal es recortar el gasto y eso será por medio de contener la masa salarial.

El documento del acuerdo de Servicio Ampliado del FMI (SAF) destaca que “el saldo primario mejorará en un 3.5 % del PIB en tres años, impulsado inicialmente por una racionalización de la masa salarial”. 
Esta medida empezó en 2022 con un plan de jubilación voluntaria, de la cual el  FMI proyecta que reducirá el gasto salarial en alrededor del 0.3% del PIB a mediano plazo; siguió el año pasado cuando sólo el gobierno central recortó más de 14,000 plazas.

“Lamentablemente el acuerdo que firmó el Gobierno de El Salvador con el Fondo Monetario recae sobre las espaldas de los trabajadores públicos ya que sobre ellos viene el ajuste fiscal”, dijo el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera.

El acuerdo específica que el ajuste se hará en gran medida por vía el gasto público y aquí “el enfoque inicial se centra en la reducción de las asignaciones presupuestarias para la masa salarial, respaldada por la eliminación de puestos vacantes, la prohibición de aumentos salariales, la aplicación de los mecanismos de indexación salarial en el sector salud (escalafón) solo a los trabajadores con bajos salarios y la suspensión de la concesión de nuevos beneficios en futuros contratos laborales”.

El plan fiscal que presentó el Ministerio de Hacienda en febrero pasado detalla que, además de las medidas puntuales que señaló el FMI, se agregarían: la prohibición de crear plazas nuevas y aclara que el escalafón salarial de salud, sólo se le otorgará a aquellos que sus salarios sean menores a $1,500.

Para el economista y expresidente del BCR, Carlos Acevedo el recorte frontal más fuerte ya se dio, después empezará a bajar. “Este ajuste más fuerte se dio para demostrar al FMI que hay voluntad política de enfrentar el tema y normalmente se piden de entrada medidas que evidencien esa voluntad”, añade.

Por su parte, el economista Luis Membreño, explica que se hace de esta manera porque vía ingresos es bien difícil crecer más. “Lo que queda claro es que la recaudación ha acrecido fuertemente a 21% del PIB, entonces la conclusión a la que llega el FMI es que en materia de recaudación de impuestos no es ahí el problema, sino que el ajuste tiene que venir por medio del gasto y lo que más llama la atención es la masa salarial”, explica.

Para Membreño en intereses, no hay manera de recortar; ni en trasferencias en el sector público, por lo que sólo queda subsidios y salarios.

“En 2025, se estima que esta política consolide una reducción del 1.2% del PIB, de los cuales la contención del rubro remuneraciones representa una reducción del 0.6%. En materia de bienes y servicios, la reducción se estima en alrededor de 0.4% del PIB por medio de la eficiencia en el gasto, la digitalización de actividades, eficiencia en el uso de energía y la restricción en contrataciones y compras no esenciales. Finalmente, en materia de transferencias corrientes se proyectan ahorros en alrededor de 0.2% del PIB”, reza el documento de Hacienda.

No se detiene

El FMI destaca en el documento del acuerdo que “el gasto en bienes y servicios se reducirá en términos reales, mientras que las transferencias a los municipios se racionalizarán aún más”.

Pero además, agrega que “se necesitarán mayores esfuerzos para asegurar los recortes acumulados del gasto proyectados del 2.8% del PIB para fines de 2027, para lo cual se está preparando un plan de reforma del servicio civil de fines de junio de 2025, con asistencia técnica del Banco Mundial. Se pueden esperar mejoras en la eficiencia del empleo público tras la reducción del número de municipios el año pasado”.
Según Hacienda, las medidas de contención de “la masa salarial” seguirán en 2026 y 2027. “En conjunto, las medidas fiscales en materia de gastos generarán ahorros netos por 1.6% del PIB entre 2024 y 2027. De los cuales 1.4% de los ahorros provendrán de la contención de la cuenta salarial”.

Para Membreño hay margen de seguir con los recortes de empleados públicos, porque no hay muchas alternativas. La otra opción sería la inversión pública que no la considera viable porque impactaría directamente al crecimiento económico. Acevedo, añade que aunque no se recorte la inversión pública si se “ralentizará el ritmo de la inversión pública”.