La CAMPO proyectaba que el ciclo 2024-2025 dejaría 1.8 millones quintales de frijol, luego la bajó a 1.6 millones. Esta podría ser todavía menor por el efecto de las lluvias.
La producción de frijol en El Salvador sigue en picada, afirma la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO) la cual bajó sus estimaciones de 1.8 millones de quintales a 1.6 millones de quintales, para el ciclo agrícola 2024-2025.
El presidente de la gremial, Luis Treminio, aseguró que está reducción se debe a que, este año, el Gobierno no entregó paquetes de semillas de frijol a los productores de subsistencia.
Treminio enfatizó en que “definitivamente la producción va a ser la menor que el año pasado, o sea, estamos hablando que se va a convertir en el ciclo agrícola más bajo de los últimos ocho, porque la del año pasado fue de los últimos siete”.
“En la siembra de postrera se sembró menos frijol de lo esperado porque el Gobierno no entregó semilla de frijol a los productores; pero también estábamos viendo como gremial que el frijol está por salir y el problema es que todavía sigue lloviendo, o sea que hay posibilidades que se pierda aún más”, expuso.
Salvador Vázquez, presidente de la Federación nacional de asociaciones cooperativas agropecuarias (CONFRAS) coincidió con Treminio en que “el frijol está en peligro porque las lluvias no cesan”.
“El frijol es más frágil que el maíz y ya está empezando a madurar. Con poco que se moje se daña”, expresó en una entrevista radial de la YSUCA.
Sobre los paquetes
En abril, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) anunció cambios en la modalidad para la entrega de insumos agrícolas a los pequeños productores nacionales, eliminando la entrega directa del paquete agrícola y anunciando en su lugar un bono agrícola.
La nueva disposición consistió en la entrega de una tarjeta de $75 para que los agricultores adquirieran semillas de maíz, frijol y hortalizas, fertilizantes, foliares, y productos de control de plagas, en cualquiera de los agroservicios autorizados por la entidad.
Treminio explicó que “si bien es cierto, había mucha denuncia, porque la gente vendía los paquetes o los regalaba, toda la gente que lo compraba o vendía, sembraba, entonces, hasta cierta forma se miraban un poco obligadas a sembrar ya sea el maíz o frijol”.
Asimismo, el productor resaltó que los altos costos de los insumos agrícolas, del alquiler de la tierra, la subida en el costo de la mano de obra y los factores climatológicos, también se han juntado y desmotivado a los agricultores.
Por su parte, Vásquez también manifestó que “el sector agropecuario se encuentra muy decadente por diferentes factores, entre ellos la inestabilidad en el MAG y el último cambio que fue ya no dar paquetes agrícolas”.
“Para nosotros era más favorable el paquete porque la semilla es la cara. Todo eso ha venido bajando la producción en nuestro país. Menos tierra producida significa menos quintales de granos y que en nuestras familias en el sector rural coma menos”, dijo.
Ángel Coto, presidente honorario de CONFRAS concluyó en que “el cambio que se hizo del paquete a una tarjeta esto vino a afectar drásticamente al productor”.
Apuntó que según los datos de la gremial, el paquete agrícola que el gobierno daba antes estaba valorado en $120 y ahora no cubre para adquirir la semilla.
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