Desde hace dos años elabora ricos pastelitos de frutas que comercializa de forma ambulante.
Haroldo Imeri, de 49 años, guatemalteco de ascendencia palestina, vive en la ciudad de San Miguel desde hace dos años y se dedica a la venta de pastelitos dulces en su emprendimiento “Payitos”.
Recorre con una carretilla las principales calles de la localidad ofreciendo sus postres de diferentes sabores, entre estos, manzana, piña, naranja, ciruela, frambuesa, plátano y banana.
Según Haroldo, la receta fue creada por su mamá, Argentina Imeri, hace más de 40 años, misma que el aprendió desde niño y que en la actualidad se ha convertido en su principal fuente de ingresos económicos.
Gracias a las bases de las recetas árabes, mi mamá creó esta otra receta, aunque también fue para mantener contento a mi papá. El primero que hizo fue de piña, después manzana, y así fueron surgiendo más sabores”, dijo.
Aseguró que dedica unas ocho horas diarias a la producción de los “payitos”. La elaboración de la jalea de frutas y la masa son preparadas por él, a través de un proceso totalmente artesanal y sin el uso de levadura.
Sandra Portillo, una de las clientas de Haroldo, aseguró que el sabor de los payitos es delicioso, y destacó la forma higiénica en la que los comercializa.
A nadie le compro en la calle, solo a él. Es muy aseado y eso es bueno. Los payitos son super ricos y en mi caso, que tengo problemas de colesterol, no me afectan porque no llevan azúcar ni levadura; siempre le compro”, dijo la migueleña.
Haroldo también ofrece de frutas de temporada y en ocasiones de leche, pero pronto incluirá en su menú el de aguacate. Cada payito tienen un valor de $0.50.
Desde muy temprano hace su recorrido de venta, que inicia en la 3ª avenida Sur, luego en la 15ª calle Poniente, hasta llegar a la avenida Roosevelt. Posteriormente visita a sus clientes de la 16ª calle Oriente.
En otras ocasiones, su ruta también incluye la zona del mercado de San Miguel, luego recorre la avenida Roosevelt, hasta llegar a la carretera Ruta Militar, pasando por la zona conocida como La Coquera y en caso de no terminar sus postres, visita el cantón Hato Nuevo de San Miguel.
NUEVO INICIO
Haroldo comentó que llegó a El Salvador hace dos años procedente de Guatemala, donde aseguró era propietario de una carnicería, pero tras ser víctima de la delincuencia, cerró y optó por emigrar.
“En Guatemala lo perdí todo, vehículos, negocio, dinero. A El Salvador, vine prácticamente sin nada, estoy empezando desde cero, doy gracias a todo este pueblo que me ha recibido”, dijo.
Desde que llegó al país ha emprendido con la venta de “payitos” que hasta el momento le han permitido sobrevivir y convertirse en un personaje conocido de la ciudad por la ropa que usa.
Si usted desea saborear los payitos puede llamar al teléfono 7244-6495 o visitar a Haroldo en la 3ª avenida Sur, en la ciudad de San Miguel.
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