
La reportera señaló que las vulneraciones a su persona provinieron de usuarios anónimos en redes sociales, diputados oficialistas, policías y militares, al punto que soldados tomaron fotos del interior de su vivienda, de su carro y las placas del vehículo.
La periodista salvadoreña Alba Amaya, quien trabajó para el medio alemán Deutsche Welle (DW) por más de cinco años, informó este lunes en un comunicado que salió de El Salvador junto a su familia a finales de 2024 por el temor que dijo sentir por su seguridad.
"Lo que hemos vivido con mi familia, que ha ido 'in crescendo' en los últimos cuatro años y que se ha sido documentado por la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), es prueba de todo lo que dicho gremio ha venido denunciando en el país", afirma Amaya en la misiva.
El comunicado sostiene que Amaya denunció ante la DW y la APES, entre 2020 y 2024, de "crecientes ataques por su trabajo escrito y audiovisual lo que incluyó acoso digital, intimidación, vigilancia, seguimientos, declaraciones estigmatizantes, difamación y censura".
Agrega que dichas vulneraciones provenían de usuarios anónimos en redes sociales, diputados oficialistas, policías y militares.
"Sé, porque lo viví, que la libertad de prensa es atacada violentamente a diario en El Salvador por personas que deberían potenciarla y protegerla. Esto es lamentable, especialmente para una democracia tan joven como la salvadoreña", indica.
Detalla que una de las acciones que más llamó su atención fue el ingreso de un grupo de militares en varias ocasiones y en un corto periodo de tiempo a su casa bajo la excusa de fumigar contra el dengue.
"La última vez que lo hicieron, vi cómo tomaron fotos del interior de nuestra vivienda, de mi carro y de las placas. No sé para qué el Ejército de El Salvador va a necesitar fotos del interior de la casa de periodistas, de sus placas o de la cara de quienes brindan cobertura periodística a una protesta en las calles", sostiene en el comunicado.
Relata que la última situación, de toma de fotografías de su rostro, le sucedió en San Salvador y "tengo pruebas que ya envié a varias entidades internacionales".
La nota detalla que Amaya elaboró "más de 50 reportajes escritos y notas audiovisuales -que difundió mundialmente la DW-" en los que entrevistó a víctimas de desplazamiento forzado por la violencia de las pandillas, de supuestas violaciones a derechos humanos en las cárceles salvadoreñas y de desapariciones, entre otros temas.
Relata que, tras finalizar una entrevista con el comisionado de Derechos Humanos y Liberta de Expresión del Gobierno salvadoreño, Andrés Guzmán, le expresó que sentía temor por su seguridad por ejercer el periodismo en el país.
"Pese a que tuvimos otros encuentros para entrevistas posteriores, no vi interés de Andrés Guzmán en darle seguimiento a lo que le expuse", recordó la reportera.
Por su parte, Andrés Guzmán aseguró la noche del lunes en su cuenta de X que no recibió "no recibió ninguna denuncia formal por escrito" de la comunicadora, "ni de otros periodistas salvadoreños sobre casos de acoso o intimidación".
Señaló que "en reuniones anteriores, pregunté a la señora Amaya si en algún momento se había sentido acosada o intimidada. Ella me mencionó que, años atrás, había experimentado algún tipo de acoso policial" y continúo "en esa ocasión, le solicité que presentara una denuncia por escrito para poder brindarle el apoyo y seguimiento adecuados. Lamentablemente, no recibí dicha denuncia".
El comisionado de Derechos Humanos lamentó "profundamente" la decisión de la periodista y su familia de abandonar el país centroamericano a finales de 2024.
De acuerdo con el Informe de Libertad de Prensa de 2023 de la APES, "al menos 14 periodistas se autoexiliaron en los últimos dos años, (...) luego de ser víctimas de ataques promovidos, en algunos casos, por el propio presidente Nayib Bukele".
Mensaje de response para boletines
Comentarios