La gigante estadounidense de calzado e indumentaria deportiva registró un desplome de sus títulos en Wall Street; en un día, perdió cerca de US$23.000 millones de valor de mercado
La caída fue peor que lo esperado. Un día después de presentar sus resultados financieros, en el que anticipó un posible enfriamiento de su negocio, la estadounidense Nike registró el mayor desplome de sus acciones en Wall Street en 23 años.
La gigante de calzado e indumentaria deportiva exhibió anteayer un balance ligeramente positivo para el año fiscal concluido, que fue del 1° junio de 2023 al 31 de mayo de 2024. En el mismo, la multinacional reportó ingresos totales por US$51.362 millones, lo que representó una suba del 0,3% frente al mismo período del año pasado. En tanto, según el documento, las ganancias netas escalaron un 12,4% interanual, hasta los US$5700 millones.
De acuerdo con el reporte de la compañía, los ingresos en América del Norte totalizaron US$21.396 millones, un 1% menos interanual, a la vez que aumentaron en la misma proporción en Europa, Oriente Próximo y África, hasta los US$13.607 millones. En tanto, la facturación creció un 4%, hasta los US$7545 millones, en China; y un 5%, hasta los US$6729 millones en Asia-Pacífico y Latinoamérica.
Y más recientemente, en el cuarto trimestre del período fiscal, Nike anotó un beneficio neto de US$1500 millones, lo que representó un crecimiento interanual de 45,5%. Cabe aclarar que los ingresos totales fueron de US$12.606 millones, un -1,7% menores frente al período previo.
No obstante, durante la conferencia con analistas posterior a la publicación de los resultados, el presidente y consejero delegado de Nike, John Donahoe, advirtió de que la mayor incertidumbre macroeconómica y un empeoramiento del tipo de cambio se tradujo en un deterioro de las previsiones para el ejercicio fiscal en curso, que “será de transición”.
En este sentido, el vicepresidente ejecutivo y director financiero de la compañía, Matthew Friend, cuantificó el descenso de los ingresos durante el año en alrededor de un 5%, si bien el retroceso sería del 10% en el primer trimestre. “Esto refleja acciones más agresivas en la gestión de nuestras franquicias de calzado clásico, los desafíos persistentes en Nike Digital, una perspectiva más suave en China y una serie de factores de sincronización específicos del trimestre”, explicó.
Esto derivó en un descalabro de sus acciones. Hoy, los títulos de Nike cayeron un 19,49% en Wall Street, hasta los US$75,83 por papel. En ciertos momentos, llegaron incluso a perforar la barrera del 20%. Este desplome, durante la mañana, eliminó US$23.000 millones en valor de mercado de la compañía estadounidense. Esto implicó su peor baja en los últimos 23 años. Se trató de un movimiento que tuvo en vilo ayer a todo el mercado.
“Estamos asumiendo nuestros desafíos a corto plazo, mientras avanzamos continuamente en las áreas que más importan para el futuro de Nike: servir al atleta a través de la innovación en el rendimiento, avanzar al ritmo del consumidor y hacer crecer todo el mercado”, señaló John. Donahoe, presidente y director ejecutivo de Nike mediante un comunicado de prensa. Y remarcó: “Estoy seguro de que nuestros equipos están alineando nuestras ventajas competitivas para crear un mayor impacto para nuestro negocio”.
Este desbalance de Nike se da en el marco de una economía con signos de enfriamiento. Tras un 2023 de fuerte repunte, la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos informó recientemente un crecimiento de la economía cercano al 0,3% en el primer trimestre.
“El incremento del primer trimestre reflejó principalmente aumentos del gasto de los consumidores y de la inversión en vivienda, que se vieron compensados en parte por un descenso de la inversión en existencias. Las importaciones, que restan en el cálculo del PBI, aumentaron”, habían explicado mediante un comunicado.
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