
Luis Membreño - Economista
La Reserva Federal de Estados Unidos subió ayer su tasa de referencia en 0.25 %, tal y como se esperaba, llegando al rango entre 5.0 % y 5.25 %. Esto sucedió luego de que el lunes primero de mayo se dio la adquisición del First Republic Bank por parte de JPMorgan Chase y que cayeron las acciones de varios bancos regionales en Estados Unidos.
La semana pasada se dio a conocer que el producto interno bruto de Estados Unidos creció 1.1 % durante el primer trimestre y la expectativa es que en este segundo trimestre la economía de Estados Unidos tenga un crecimiento negativo. También se estima que podría tener una caída adicional en el tercer trimestre de 2023 y que en el cuarto trimestre pase nuevamente a números positivos.
En el caso de El Salvador la economía se ha venido desacelerando desde el segundo semestre de 2022 y las cifras tanto de diciembre como de enero rondaron el 1 %. El último dato oficial del Banco Central de Reserva (BCR) que se tiene es el de febrero, e indica que la economía pasó a decrecer en -0.2 %. Si lo vemos trimestralmente el BCR ha publicado que durante el tercer trimestre de 2022 la economía creció 2.2 % y que durante el cuarto trimestre creció 1.3 %. Es probable que el crecimiento del primer trimestre de 2023 haya sido inferior al 1.3 % del trimestre anterior.
A estos datos se suman la caída de las exportaciones en -4.6 % durante el primer trimestre de 2023 en comparación con igual trimestre de 2022 y la caída de las importaciones en -6.3 % en igual período. La recaudación de impuestos también está mostrando una tendencia negativa al haber caído durante el primer trimestre en -0.5 %, habiendo caído la recaudación del IVA -5.5 % y si se descuenta el incremento del impuesto sobre la renta anual (que puede tener ciertas distorsiones), la caída es mayor.
Es decir que tanto en Estados Unidos como en El Salvador, al igual que en varios países europeos, se está percibiendo una desaceleración que está permitiendo afirmar que la recesión comienza a asomarse. Por ahora podemos afirmar con certeza que estamos en un proceso estanflacionario, ya que las economías están creciendo poco, nada o están cayendo pero la inflación se encuentra todavía muy elevada. Ese es el peor de los mundos para los ciudadanos de cada uno de los países.
La gran pregunta ahora es: si van a caer en recesión varios países, ¿qué tan profunda va a ser y cuánto va a durar? Con la información que tenemos hasta este momento podríamos afirmar que es muy probable que sí caigan en recesión Estados Unidos, El Salvador y otros países, pero que va a ser una recesión suave y que no va a durar mucho. Lo que podría hacer que la recesión fuera peor sería que hubiera un cambio en la situación geopolítica y que recrudecieran las consecuencias de la guerra en Ucrania o que se generara otro conflicto en otro lugar del mundo que afectara las cadenas de abastecimiento.
Lo peor que nos podría pasar ante la fragilidad de la situación actual es que en Estados Unidos no se puedan poner de acuerdo los demócratas y republicanos sobre el incremento del límite de la deuda y que ese país cayera en recesión; que se rompa el abastecimiento de granos desde Ucrania al mundo, lo cual subiría los precios de los alimentos; y que se diera un conflicto en el Oriente en el que participaran países como China, Taiwán, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, por mencionar a algunos. Por ahora, el precio del petróleo ha caído por debajo de $70 el barril y esa es una noticia muy positiva. Ojalá que se pudiera mantener en estos niveles.
En fin, la noticia de la subida de las tasas de interés en Estados Unidos tiene un aspecto negativo, en cuanto a que ha vuelto a subir y un aspecto positivo en cuanto a que probablemente los incrementos están llegando a su fin, por ahora. El tema del límite de la deuda y la crisis bancaria son dos elementos que tienen a la expectativa a los mercados y pueden ser elementos que influyan en los equilibrios actuales.
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