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Las 8 rutas turísticas imperdibles de El Salvador: ¿Las has visitado todas?

El Salvador, un país lleno de historia y belleza natural, ofrece 8 rutas turísticas principales que te llevarán a descubrir sus tesoros escondidos. Desde playas paradisíacas hasta impresionantes ruinas arqueológicas; cada ruta te promete una experiencia única.

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El Salvador, a pesar de su pequeño tamaño, ofrece una diversidad de destinos turísticos que permiten descubrir su riqueza natural, cultural e histórica.

Desde las famosas playas y volcanes hasta los pueblos y la arqueología, cada recorrido revela un lado único del país, invitando a la aventura y al descubrimiento.

Si eres de los que disfrutan ir de trip en carro, explorando paisajes, haciendo paradas espontáneas, pues las rutas turísticas de El Salvador son una buena opción para visitar y explorar.

Las principales rutas turísticas de El Salvador:

1.Ruta Sol y playa

La ruta Sol y playa es perfecta para los amantes del surf o las zonas costeras. Foto: Archivo LPG

Esta ruta, como su nombre lo indica, abarca las principales playas del país, en ellas, sus visitantes pueden practicar surf, hacer castillos de arena, disfrutar de la gastronomía o simplemente disfrutar de una buena vista.

Esta ruta abarca más de 300 kilómetros de occidente a oriente para encontrarse con más de 45 playas de la zona costera del país. Además, en el trayecto los visitantes pueden degustar diversos platillos que ofrecen los comedores y restaurantes locales o acercarse a los miradores para disfrutar de la vista y tomarse fotos para sus redes sociales.

Al aventurarse en la ruta Sol y Playa se puede encontrar playas distinguidas como el Zonte, el Sunzal, el Tunco, playa Mizata o la Perla, entre otras.

2. Ruta de las Flores

Ataco, uno de los sitios que conforman la ruta de las Flores. Foto: Archivo LPG

Y si lo tuyo no son las playas, puedes aventurarte a la ruta de las Flores, situada en la región montañosa del occidente de El Salvador, entre Sonsonate y Ahuachapán, es un destino para quienes disfrutan la vista de montañas verdes y campos de café.

Este pintoresco recorrido abarca Juayúa, Apaneca, Salcoatitán, Ataco y Nahuizalco, cada uno con su propio carácter y encanto. Estos distritos son conocidos como espacios ideales para adquirir artesanías locales y disfrutar de la gastronomía típica salvadoreña, como la yuca frita o sancochada, además de degustar del delicioso café que se cultiva en la zona.

También puedes experimentar deportes extremos, como canopy, buggies, juegos de cuerdas altas, rappel, caminatas de diferentes niveles de exigencia, ciclismo de montaña, laberinto, zonas para acampar.

3. Ruta arqueológica

Joya de Cerén. Foto: Archivo LPG

Para los amantes de la historia y las culturas antiguas también existen 5 destinos turísticos ideales para visitarlos. Algunos sitios que conforman parte de esta ruta turística han sido reconocidos internacionalmente por la UNESCO, en 1993

Esta ruta abarca museos y sitios arqueológicos que buscan preservar las culturas y costumbres de los antepasados salvadoreños.

El primer lugar que conlleva esta ruta es el museo arqueológico Casa Blanca, ubicado en el kilómetro 78, sobre el by pass de la carretera que conduce de Santa Ana a Chalchuapa, Santa Ana, en el occidente del país. Cuenta con seis estructuras arqueológicas. La pirámide número cinco es la más grande del sitio y posee 15 metros de altura aproximadamente.

De acuerdo con el Ministerio de Cultura, en el sitio se han encontrado restos de más de 30 personas, que se remontan a más de 3,000 años y que, según estipulan los estudios, fueron sacrificados y es posible que hayan sido cautivos de campañas de guerra en ese antiguo reino. Además de las estructuras, cuenta con un museo y un taller de añil

El parque arqueológico San Andrés o ruinas de San Andrés es considerado patrimonio cultural de El Salvador. Foto: Ministerio de Cultura.

Otro sitio a destacar es el parque Arqueológico San Andrés. Es un importante sitio arqueológico maya ubicado en el kilómetro 35 de la carretera Panamericana, municipio de Ciudad Arce, departamento de La Libertad (a solo cinco kilómetros de Joya de Cerén). Fue un centro ceremonial y administrativo durante el periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.).

Este espacio comprende de una acrópolis, es decir; un espacio arquitectónico en el que se realizaban actividades restringidas a un grupo especial de personas, posiblemente dirigidas por la élite gobernante.

Además, se cree que en los alrededores del parque vivía gente común, sobre todo en el Valle de Zapotitán, donde se estima que estuvo densamente poblado en la época prehispánica.

El siguiente sitio arqueológico por visitar es el parque arqueológico Cihuatán, ubicado en el kilómetro 36.35 de la carretera Troncal del Norte, en la jurisdicción del distrito de Aguilares, municipio de San Salvador Norte, y a unos 30 kilómetros de la capital. Es considerado uno de los sitios arqueológicos más importantes a nivel centroamericano.

Cihuatán cuenta con 300 hectáreas de construcciones continuas que comprenden tres áreas principales: un centro ceremonial, el cual está delimitado por una muralla circundante; el área de la acrópolis (gran plataforma sobre la que se ubican varias estructuras) en donde se cree que habitaban los nobles y el área doméstica, donde vivía el resto de la población. El Ministerio de Cultura estipula que la ciudad estaba rodeada por amplias tierras agrícolas.

En la ruta arqueológica también se visita la Joya de Cerén, un lugar donde se encuentra una aldea precolombina que fue sepultada por una erupción del volcán Laguna Caldera alrededor del año 600 d.C, llamada la Joya de Cerén. Gracias a su perfecto estado de conservación, los vestigios de este sitio aportan un testimonio excepcional sobre la vida cotidiana de los agricultores mesoamericanos de esa época.

Joya de Cerén es el único sitio en El Salvador declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 11 de diciembre de 1993.

El parque Arqueológico Cihuatán es considerado un patrimonio cultural en El Salvador. Foto: Ministerio de Cultura.

El último sitio por visitar es el Tazumal, ubicado en Chalchuapa, Santa Ana, a 80 kilómetros de la capital, este destaca por las huellas que dejaron las civilizaciones indígenas que dominó a El Salvador antes de la época colonial. Su nombre significa lugar donde se consumen almas en lengua nahua-quiché.

Comprende una serie de estructuras visibles de tipo monumental y espacios domésticos no visibles en superficie que fueron el escenario de un importante y sofisticado asentamiento que existió desde el Periodo Preclásico Temprano (1200 a.C.).

Los sitios arqueológicos que comprenden la Ruta arqueológica son reconocidos como patrimonio cultural de El Salvador.

4. Ruta artesanal

Colonial. La iglesia Santa Lucía es el máximo atractivo cultural del municipio de Suchitoto. Foto: Archivo LPG

La Ruta artesanal es ideal para quienes prefieran observar pueblos artesanos y ciudades adornadas con murales multicolores.

Al recorrer estos lugares, los visitantes pueden descubrir una inmensa riqueza cultural que, a través del trabajo de los artesanos, se manifiesta en artículos de madera, barro, cerámica o textiles, entre otros.

El primer destino de esta ruta artesanal es San Ignacio, ubicado en la parte norte del departamento de Chalatenango, a 87 kilómetros de San Salvador

Esta ciudad desarrolla actividades de tipo agro turístico, destacando en ellas la industria cafetalera, así como la producción de frutas, cereales y lácteos.

Además de un agradable clima subtropical húmedo, posee talleres artesanales donde se trabaja la madera.

Citalá, Chalatenango, otro punto de la ruta artesanal. Posee una hermosa joya arquitectónica: su iglesia colonial, también conocida como Iglesia del Pilar, que fue construida a finales de siglo XVII, de estilo Neoclásico.

También cuenta con un mirador natural conocido como el Peñón de Cayaguanca o “Piedra que mira a las estrellas” donde se tiene una impresionante vista de La Palma, San Ignacio, Citalá, El Poy, el río Lempa y el valle que rodea Nueva Ocotepeque, en Honduras. Si lo desea, también puede darse un chapuzón en el río Lempa.

Ilobasco, Cabañas, por otro lado, destaca por ser el sitio donde se elaboran figuras de barro, cerámica decorativa y tradicional, nacimientos y las famosas miniaturas.

Figuras de barro en Ilobasco. Foto: Archivo LPG

Mientras que Suchitoto, Cuscatlán, se caracteriza por ser una ciudad colonial, con sus calles empedradas, hermosos balcones, techos de teja, portales, pórticos y ventanas que transportan al pasado.

Entre otros atractivos puede visitar su iglesia, una joya arquitectónica muy bien conservada, su teatro, sus proyectos comunitarios y bares bohemios.

Además de estos sitios, también puede visitar La Palma, Chalatenango para ser testigo de los trabajos hechos a base de madera y San Sebastián, San Vicente, para conocer la producción de textiles elaborados en telares artesanales.

5. Ruta Complejo los volcanes

Volcán de Santa Ana;Foto: MARN.

Esta ruta está dedicada a los amantes de las caminatas al aire libre y los bellos paisajes. En esta ruta los visitantes podrán visitar tres de los 14 volcanes “jóvenes”, de la Cordillera Apaneca-Ilamatepec: Volcán de Santa Ana, Volcán de Izalco y Cerro Verde, ubicados en los departamentos de Santa Ana y Sonsonate.

El Instituto Salvadoreño del Turismo (ISTU) especifica que existen caminatas, partiendo del parque Cerro Verde, hacia los volcanes de Izalco y de Santa Ana todos los días.

6. Ruta de las mil cumbres

Bahía de Jiquilisco. Foto: Archivo LPG

Si deseas visitar las costas hasta las montañas salvadoreñas, la ruta de las mil cumbres es la ideal para ti, ya que su recorrido comienza en la Bahía de Jiquilisco hasta la sierra Tecapa.

La Ruta de las mil cumbres inicia en la maravillosa Bahía de Jiquilisco, ubicada  en la parte sur de Usulután, que cuenta con una Reserva de la Biosfera con el bosque de manglares más extenso de El Salvador. Además, será posible que disfrutes de otros entretenimientos como los deportes acuáticos y la observación de aves.

Durante el recorrido también se puede visitar la ciudad de Alegría, Usulután que destaca por su aspecto conservado a lo largo de los siglos y su diversidad cultural. El último destino es el volcán Tecapa, ubicado en la sierra Chinameca, que da una vista de los parajes naturales más bellos del país.

7. Ruta de Paz

Ruta de Paz. Foto: Cortesía

El nombre de esta ruta es en alusión al período de paz en que viven algunos pueblos en los que se desarrolló más directamente  conflicto armado en El Salvador y la tranquilidad que actualmente caracteriza a la zona. Es un destino turístico rico en Historia, Cultura y Naturaleza.

Según reza su sitio web, el pasado de esta región y la identidad de su gente ha permitido que se mantengan expresiones culturales, prácticas ancestrales de producción artesanal, agrícola y de su gastronomía, como las artesanías en barro negro, los petates de tule, el Pozole, Chilate, las moliendas, etc.

Esta ruta está organizada en seis circuitos turísticos intermunicipales: el circuito Historia entre montañas, ubicado al norte del departamento de Morazán, cuenta la historia de municipios de Arambala, Perquín, Torola y San Fernando.

Villa Verde en Perquín, Morazán. Foto: Archivo LPG

El circuito Memorias y paisajes, integrado por los municipios de Meanguera, Jocoaitique, Villa El Rosario y Joateca, cuentan los sucesos durante la guerra civil del país que han quedado marcados en la memoria de sus pueblos. Este circuito también explora vistas panorámicas capaces de sorprender a sus visitantes, así como posas naturales de los ríos Torola y Araute.

Otro destino de la ruta de la Paz es el circuito de pueblos de Cacahuatique, integrado por los municipios de Chilanga, Delicias de Concepción, Osicala, Gualococti, San Simón y San Isidro, cuenta con una gran riqueza cultural de grupos artísticos y autóctonos como: los viejos de agosto, los centuriones, la yeguita y sus coloridas bandas, danzas y rituales.

El circuito Raíces Lenca, integrado por los municipios de Guatajiagua, San Carlos, San Francisco Gotera, Sensembra y Yamaba, explora los pueblos que mantienen viva su herencia indígena Lenca, con hábiles artesanos del barro negro y el tule que pasan sus técnicas de generación en generación.

San Francisco Gotera. Foto: Archivo LPG

El penúltimo lugar por visitar es el circuito Yacimientos y tradiciones. Lo integran los municipios de Corinto, El Divisadero, Jocoro y Sociedad. En este destino los visitantes podrán conocer la historia minera de sus pueblos, la cual tuvo lugar principalmente en Divisadero y Jocoro, en los cuales hubo una gran explotación minera durante la primera mitad del siglo XX.

Finalmente, el circuito Kakawira, integrado por los municipios de Cacaopera, Lolotiquillo y Yoloaiquín, resalta por sus paisajes rocosos, vistas panorámicas de cerros y valles de gran belleza.

Si desea acudir a alguno de estos circuitos de la ruta de la Paz puede acudir a su página web.

8. Ruta fresca

La Palma, uno de los sitios a visitar en la Ruta fresca de El Salvador. Foto: Archivo LPG

La Ruta Fresca, llamada así por el rico clima de los municipios de La Palma, San Ignacio y Citalá, ofrece alternativas para divertirse al aire libre con familia y amigos.

Ubicada en la zona alta del departamento de Chalatenango posee un clima tan agradable que las temperaturas se mantienen entre 10 °C y 18 °C, pero no solo el clima hace destacar al lugar, las montañas que lo rodean hacen que la vista sea un espectáculo único.

En La Palma se puede visitar el museo Fernando Llort, mientras que Citalá ofrece la oportunidad de realizar actividades de agroecoturismo.

San Ignacio, por otro lado, mantiene una vibra de “El Salvador de antaño”, puesto que, sus calles empedradas rodeadas de verdes montañas dan la sensación de estar en otra época.

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