El empresario es el ganador del premio Empresario Benefactor 2024, de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).
La labor altruista de René Toruño, presidente de INDUFOAM, lo llevó a ser el ganador del premio al Empresario Benefactor 2024, de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).
Desde 1999, su empresa ha apoyado la educación de jóvenes salvadoreños por medio de diferentes proyectos sociales, como la Fundación Toruño Steiner, que a la fecha ha otorgado más de 4,000 becas.
“Estamos convencidos que la educación es la clave para el desarrollo del país. Por ello, nuestro aporte es para que más jóvenes se superen, continuando con sus estudios y de esta forma puedan optar por mejores oportunidades en su vida”, dijo el empresario.
Como parte de la responsabilidad educativa que compartía con su esposa Jutta Steiner de Toruño, también fue creado el fondo para financiar estudios de Maestrías en el Instituto Superior de Economía y Administración de Empresas, conocido como Iseade-Fepade.
“La principal riqueza de El Salvador está en su gente. Para aprovecharla, hay que invertir oportunamente en el despliegue de sus talentos y capacidades a través de la educación; sin una fuerte expansión industrial, el desarrollo de El Salvador no posible”, comentó.
Toruño, que nació en el barrio La Vega, San Salvador, un 11 de julio de 1936, recordó cómo se iba y venía de la escuela descalzo para disminuir el desgaste de sus zapatos y poder entrar siempre calzado a casa.
“La principal riqueza de El Salvador está en su gente. Para aprovecharla, hay que invertir en el despliegue de sus talentos y capacidades a través de la educación”.
René Toruño
“A pesar de los retos y de la pobreza, me propuse ser buen estudiante y sobresalir, y gané una beca para estudiar en Alemania”, subrayó.
Al terminar sus estudios regresó a El Salvador y pasó de ser empleado a propietario de INDUFOAM en 1992.
Uno de sus legados más importantes es la creación del Instituto Especializado de Educación Superior, para formar técnicos para la industria.
“Ya compramos las primeras 10 manzanas. Con este proyecto planeamos dejar al país una inversión aproximada de $200 millones. El aspecto económico no cuenta, ahí puede ir el más pobrecito y se le da una beca completa o también puede ser alguien más pudiente y se le pone una cuota diferenciada”, manifestó.
Toruño afirmó que ha dispuesto que todo su patrimonio quedará destinado en un 80% al fomento de la educación de El Salvador y el otro 20% para el apoyo de proyectos en beneficio de personas de la tercera edad y para entidades de servicio público sin fines de lucro.
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