A tres meses de que finalizó la última prórroga, el mercado aún no ha sido entregado por la DOM. Vendedores de calles aledañas al mercado desconocen cuando será entregada la obra.
A más de tres meses del vencimiento del último plazo para la entrega del nuevo Mercado San Miguelito, la obra sigue sin concluir, dejando en incertidumbre a cientos de comerciantes que esperan regresar a un espacio formal de ventas y afectando a proveedores que denuncian impagos por parte de la Dirección de Obras Municipales (DOM).
El mercado, uno de los más importantes de San Salvador, sufrió un devastador incendio en septiembre de 2021 que destruyó el 45% de su infraestructura. Desde entonces, los vendedores han tenido que instalarse en las calles aledañas, en condiciones precarias, a la espera de la reconstrucción del recinto. Sin embargo, el proyecto ha estado marcado por retrasos, cambios de contratista y problemas financieros.
La reconstrucción del mercado San Miguelito fue adjudicada en octubre de 2022 a la empresa mexicana Gallo Hermanos Constructores con un presupuesto de $33.6 millones. Sin embargo, en febrero de 2023, la compañía abandonó la obra, lo que obligó a la DOM a buscar una nueva empresa para continuar con el proyecto. Finalmente, la construcción fue retomada por Industrias Metalúrgicas Especiales (IME S.A.C.I.), una empresa argentina especializada en estructuras mecánicas e hidromecánicas.
Según el contrato pactado con la última empresa, la obra debía ser entregada el 1 de noviembre de 2024. No obstante, la DOM aprobó una prórroga de 49 días, estableciendo el 20 de diciembre como nueva fecha de finalización. A pesar de ello, hasta la fecha, la construcción sigue sin concluir y no hay un pronunciamiento público sobre un nuevo plazo.
Desde los alrededores del mercado, donde los comerciantes han estado reubicados por más de dos años, es evidente que la obra no ha sido finalizada. A pesar de los reiterados cuestionamientos por parte de las empresas proveedoras y los comerciantes, la DOM no ha proporcionado respuestas claras sobre el avance de los trabajos ni sobre el proceso de asignación de puestos dentro del nuevo recinto.
La incertidumbre entre los comerciantes es cada vez mayor. No solo desconocen cuándo podrán regresar a vender dentro del mercado, sino que tampoco tienen certeza de si serán ellos los beneficiados con un puesto en la nueva infraestructura.
“No sabemos nada. No nos han dicho si nos van a dar los puestos a los que vendíamos aquí antes o si los van a asignar a otras personas”, expresó un comerciante que prefirió no revelar su identidad.
Otra vendedora, quien lleva más de dos años trabajando en la calle tras perder su local en el incendio, comentó: “Primero nos dijeron que el mercado estaría listo en diciembre, pero ya pasó mucho tiempo y seguimos esperando. Nos urge un espacio estable, porque aquí afuera no tenemos seguridad ni las condiciones adecuadas para vender”.
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El retraso no solo ha afectado a los comerciantes, sino también a las empresas proveedoras y subcontratadas para la construcción del mercado. Una fuente anónima, vinculada a uno de los proveedores, aseguró que la DOM no ha desembolsado los fondos necesarios, lo que ha generado problemas financieros en la empresa constructora.
“La constructora tiene certificaciones ante la DOM, pero les dijeron que Hacienda no ha transferido el dinero. Eso es lo que les han dicho a ellos”, explicó la fuente.
El retraso en los pagos ha provocado que la empresa contratada no pueda cubrir los salarios de sus empleados a tiempo y que algunos proveedores hayan dejado de brindar sus servicios debido a la falta de fondos.
“Desde septiembre dejaron de recibir ingresos y eso afectó hasta el pago de las AFP. Para cumplir con los requisitos de certificación de la DOM, la empresa tuvo que recurrir a un préstamo bancario de cerca de $90,000 para pagar planillas, pero hasta la fecha siguen esperando el desembolso”, añadió la fuente.
La situación ha llevado a la constructora a un punto crítico, ya que, según la información proporcionada, está en riesgo de caer en la cláusula de incumplimiento del contrato, lo que implicaría una multa de aproximadamente $3 millones si no finaliza la obra en el tiempo estipulado.
“Es un problema grande porque, aunque la DOM no les paga, ellos tienen la obligación de terminar la obra. Si no lo hacen, enfrentan sanciones. No sé cómo lo van a resolver, porque la empresa ya está endeudada”, comentó la fuente anónima.
Este periódico intentó contactar a los representantes de la empresa constructora contratada, pero no obtuvo respuesta.
El caso del Mercado San Miguelito no es el único donde se han presentado retrasos y problemas de pago en proyectos de la DOM. Según la fuente, existen indicios de que la institución prioriza la inversión en nuevas obras en lugar de completar aquellas que ya están en fase final.
“Me dijeron que la DOM deja de pagar cuando el proyecto ya está casi terminado porque prefiere desembolsar fondos en proyectos nuevos. Esto ha hecho que muchas empresas ya no quieran trabajar con ellos”, aseguró la fuente.
A esto se suma un historial de incendios y problemas en otros mercados del país. En agosto de 2024, un incendio en el Mercado Central de San Salvador afectó al menos 90 puestos comerciales, dejando en evidencia la vulnerabilidad de estos espacios y la necesidad de invertir en infraestructura segura. Además, en Apopa, un incendio afectó el área de carnes del mercado local, generando pérdidas para los comerciantes.
La falta de mantenimiento y prevención en los mercados ha sido un problema recurrente en El Salvador. En el caso del Mercado San Miguelito, la reconstrucción no solo ha sido tardada, sino que también ha generado más incertidumbre que soluciones para los afectados.
Hasta el momento, la DOM no ha emitido declaraciones sobre el estado actual de la obra ni ha informado sobre un nuevo plazo de entrega.
Mientras tanto, los comerciantes continúan a la espera de información sobre su futuro en el nuevo mercado, y las empresas proveedoras buscan alternativas para enfrentar la crisis financiera derivada de la falta de pagos.
LA PRENSA GRÁFICA también buscó una postura de la DOM, pero no hubo respuesta a la petición.
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