El gobierno de El Salvador anunció que iba a intervenir en las más de 5,000 escuelas que existen en El Salvador. Ya son seis años del nuevo gobierno y solo pocas escuelas han sido intervenidas. Algunas han sido equipadas y reconstruidas por otros países.
En un escrito mencioné que existe una gran diferencia entre el sector educativo público y privado. En el sector público encontramos precariedad, escuelas que funcionan con poco presupuesto. Los niños y jóvenes están condenados a sufrir las deficiencias del sistema educativo.
Para saber de educación, hay que conversar con docentes, directores de escuelas y personas que se enteran de cómo están las escuelas públicas. Un compañero de trabajo, Lic. Josué Flores, me comentó de una escuela en una colonia de Santa Tecla, la cual tiene la colaboración de Corea del Sur. Comentó que algunos docentes han tenido capacitaciones en donde salen con mejores capacidades que otras escuelas. El Centro Escolar OEI, de la colonia ACOVIT, en Santa Tecla, es una escuela modelo. Ese centro escolar promueve la calidad educativa, formación integral, desarrollo de habilidades, preparación para el futuro de sus discentes e innovación. Sería una gran noticia que todas las escuelas públicas fuesen como esa. El modelo educativo coreano está teniendo un gran éxito.
Lo contrario a esa escuela son los miles que no cuentan con bibliotecas, centros de cómputo, internet, laboratorios, ni mucho menos un presupuesto adecuado para que haya calidad educativa. Vuelvo a repetir: converso con muchos docentes y directores de escuelas. Manifiestan que quisieran tener una escuela modelo; sin embargo, los gobiernos dejan por último el rubro educativo.
En otro contexto, este año se verifica que han cerrado más de 44 escuelas. Esta noticia se corrobora con el cierre del Centro Escolar de la comunidad El Bambú, en Izalco, Sonsonate. La embajada alemana rápidamente publicó un comunicado. Luego, el MINED dijo que lo ocuparán para el cuidado de adultos mayores. Lo mismo se queda, o peor. En vez de estimular a los niños que estudien, les cierran el centro escolar que Alemania ayudó a equipar.
Parece que las cosas no marchan bien. En un rotativo leí que son más de 50,000 alumnos los que ya no estudiaron en el presente año. Algunos porque las escuelas les quedan muy lejos, otros porque piensan mejor en emigrar. Es preocupante; esto repercutirá también en las universidades. En 10 o 15 años se tendrá a menos estudiantes inscritos.
Para que las escuelas públicas mejoren, le propongo al MINED volver al dictado, mejorar la lectoescritura (con ello comprenderán el texto). Además, propongo que los alumnos tengan un cuaderno para caligrafía. Y dejar en segundo plano la tecnología. En países europeos como Suecia y Francia han vuelto a lo tradicional. En El Salvador, no se obtuvieron los resultados esperados al darles a los alumnos tablets o computadoras. Es mejor tener a un alumno pensante y no dejar que las tecnologías hagan todo por él. En la universidad, para los que logran llegar, se evidencia cómo fue el proceso enseñanza-aprendizaje de muchos alumnos. Necesitamos pensantes con razonamiento y lógica.
La educación pública es gratuita; sin embargo, hay factores que inciden para que los alumnos deserten o no se inscriban en el centro escolar más cercano. La pobreza, la migración o la desmotivación son algunos motivos por los que los estudiantes dejan de estudiar. Preocupa más al saber que el ministro de Educación manifestó que las escuelas no se están cerrando, sino que se están unificando.
En otro contexto, en la revista Disruptiva, Los fines de la educación, López (2022): “Para poder eliminar las desigualdades se necesita incorporar un currículo educativo que sea equitativo. La educación debe ser un pilar para garantizar una sociedad más justa y democrática. Los niños van a la escuela porque en ella encuentran una manera de buscar alimentos y refugio”.
Para que todo cambie en el sector educativo público, se necesita que la educación sea valorada, que se mejore el salario de los docentes, que haya una mejor infraestructura en cada centro escolar, que haya capacitaciones para que se tenga una mejor educación. Fuese maravilloso ver a muchas escuelas modelos en el país.