Series, películas y videojuegos se mezclan en la más reciente exhibición del artista Saúl Ayala, instalada en el lobby del Teatro Luis Poma como parte de su programa de exposiciones.
¿Cómo la cultura popular ha moldeado nuestra identidad y cotidianidad? Esa es la reflexión que invita a hacer el artista Saúl Ayala en su exposición “ECO”, inaugurada el pasado miércoles en el Teatro Luis Poma y que estará abierta al público hasta el 9 de abril.
La exhibición, curada por Antonio Romero y Mauricio Kabistan, comprende una serie de pinturas que evocan “la nostalgia del pasado” a través de imágenes de caricaturas, anime, películas, series y videojuegos, que transportan al espectador a sus recuerdos de la infancia y adolescencia.
Según sus curadores, la muestra “es un collage de imágenes que se yuxtaponen sin orden aparente”, desde icónicos personajes del cine y la televisión como Rambo, Batman, Alien, Betty la fea y Pedro Infante hasta referencias de videojuegos como Super Mario, Pac-Man y Mortal Kombat y animes como Mazinger Z, Candy Candy y Heidi.
“Me parece bien interesante la forma en cómo la iconográfica y todos estos personajes tienen mucha relación con diferentes aspectos de la psicología del ser humano, en cómo se crean, vuelven y renuevan constantemente entre generaciones”, plantea Kabistan.
De acuerdo con Roberto Salomón, director artístico de Teatro Luis Poma, la obra de Saúl Ayala es un vínculo entre “el surrealismo y la ilustración” y “encontrar temas de la niñez de todo el mundo y sacarlos a relucir”.
Además destacó durante la inauguración cómo el programa de exposiciones del Teatro Poma se ha convertido en una plataforma tanto para artistas conocidos como emergentes, especialmente aquellos que están “en la búsqueda de nuevas formas de expresión”.
Para Saúl Ayala, su exposición “ECO” apela a la nostalgia, al cambio generacional y al reflejo de fragmentos de la infancia a través de la cultura popular.
La inspiración de la muestra, según Ayala, nació de un momento en el que comenzó a explorar la cultura retro y la plasmó en su obra, creando toda una serie de piezas referente a este tema, que tituló “Ecos de nostalgia”, y que aún sigue desarrollando.
“De pronto empecé a comprender que hay elementos del pasado que son atemporales, que se pueden retomar, y fui viendo más cuestiones de la cultura retro y eso me alimentó más y me movió a crear esta serie”, explica el artista.
También menciona que, aunque inició con el grafito, esta serie lo ha llevado a utilizar el acrílico y la técnica mixta, y a emplear el color para destacar “ lo esencial” de los elementos retro en sus piezas y “crear esa relación.
“Son colores muy específicos. He intentado traer esa esencia de lo que dejamos o vimos, y crear esa relación que tiempo atrás tuvimos”, destaca.
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