
El sindicato de docentes advierte que esto provocará ausentismo, rezago educativo y dificultades económicas para las familias de los estudiantes.
Idalia Zúniga, secretaria general del Frente Magisterial Salvadoreño (FMS), publicó en redes sociales una lista de 24 centros escolares que han cerrado a nivel nacional.
La lideresa explicó en una entrevista a un medio digital que la mayoría de escuelas afectadas por cierres se encuentran en zonas rurales y enfatizó que estas acciones frenan el acceso a la educación para los niños, niñas y adolescentes.
“Este es un acto criminal que está cometiendo el presidente Nayib Bukele a través del ministro de Educación (José Mauricio Pineda) cerrando los centros escolares, ya que con eso se les está violentando el derecho a la educación a los niños y las niñas. En los centros escolares que están en caseríos, los niños van a tener que caminar, las madres se lo van a pensar antes de mandar a sus niños de seis o siete años a caminar tres kilómetros y de regreso otros tres, exponiéndolos a los peligros” explicó Zúñiga.
Según la sindicalista, estas condiciones ocasionarán “ausentismo escolar, lo cual significaría un aumento en el analfabetismo a nivel nacional”, también resaltó el rezago educativo como una consecuencia de los cierres de las instituciones.
“En la comunidad Regalo de Dios, en Ahuachapán, la escuela ha sido cerrada y una madre de familia dice ‘bueno, voy a tener que dejar de trabajar para poder llevar a mi niña al centro escolar más próximo que queda muy retirado’. ¿Por qué esa madre de familia va a tener que dejar de trabajar? Ya no va a llevar el sustento a su casa, ya no van a poder comer para asegurar el derecho a la educación”, señaló Zúniga.
INCERTIDUMBRE
LA PRENSA GRÁFICA recibió una denuncia en la cual una fuente, que optó por el anonimato por temor a represalias, denunció la supuesta fusión del Instituto Nacional Licda. Cándida Asunción Reyes (INCAR) y del Centro Escolar de Anamorós, en La Unión Norte.
“La intención de ellos (autoridades del Ministerio de Educación, MINED) es hacer un complejo educativo. Quieren botar el muro que los divide uno con otro y recibir las clases en una sola institución. Antes funcionaba como complejo, pero les tocaba andar alquilando propiedades ajenas”, explicó la fuente.
Sin embargo, el viernes 31 de enero, el INCAR publicó en su página en Facebook un comunicado en el que explica que es una institución “abierta a los cambios”.
“Somos una comunidad educativa abierta a los cambios y siempre estamos dispuestos a dar lo mejor para el logro de aprendizajes significativos en los estudiantes (...) Seguimos siendo INCAR 100 % mientras Dios nos lo permita y Ministerio de Educación así lo estime conveniente”, se lee en parte del comunicado.
Esta redacción envió un correo electrónico al ministro Pineda consultándole sobre el caso del INCAR y desde la semana pasada se le preguntó también a qué se debe el cierre de las escuelas que denuncian los sindicatos. No hubo respuesta.
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