Defraudada del sistema judicial del  país, asegura sentirse  Marielos Quezada, madre de Fernanda Nájera, asesinada el 31 de enero de 2019, presuntamente por Michael Alejandro Castillo Murga, quien ese día llegó a su casa a buscarla a ella y al hijo de ambos, de un año y siete meses. Fernanda y el niño se fueron con Castillo en su vehículo. 

Tras casi seis años prófugo, Castillo fue capturado en octubre del año pasado  por el Servicio de Marshals del distrito central de California, en Estados Unidos, según informó la Fiscalía General de la República (FGR), ya que tenía una orden de captura internacional. 

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Pese al arresto de Castillo, Marielos asegura que aún no ha logrado obtener una verdadera justicia en el caso de su hija, pues hasta la fecha el presunto responsable  no ha sido extraditado para que sea juzgado en El Salvador por el feminicidio agravado de  Fernanda, y el  homicidio imperfecto en perjuicio de su hijo.

A veces siento mucha desesperación por no tener información sobre el caso. Lo último que me dijo la jefa de  la Unidad de Atención Especializada para la Mujer de la oficina Fiscal de Santa Ana, es que ellos ya hicieron la petición para la extradición del feminicida, pero que está en manos de Estados Unidos. Lo que me da un poco de conformidad es que ya está preso, aunque yo pregunté en qué cárcel estaba, pero dicen que no saben”, dijo Marielos.  

También lamentó que ninguno de los otros cuatro acusados en el caso de Fernanda estén en  prisión: la abuela del presunto feminicida,  Edith del Carmen de Murga,  quien fue eximida del proceso tras su deceso; la novia de Castillo, un médico y un fiscal. Inicialmente, todos fueron acusados de fraude procesal, pero en apelación se les procesó por encubrimiento en el asesinato.

El médico Roberto Arturo Valdivieso López fue absuelto por el Tribunal Especializado. Mientras que el fiscal Donald Valdivieso López aceptó que ayudó a encubrir el asesinato y confesó a cambio de que se suspendiera de forma definitiva el proceso en su contra.  En agosto de 2024, la sala de lo Penal condenó a tres años de cárcel a la novia de Murga, Jaquelin Alejandra Martínez, por cómplice del feminicidio; sin embargo,  la pena fue sustituida por trabajos de utilidad pública. 

Mi hija no merecía morir como murió. Si yo no hubiera buscado por mis medios la justicia, las autoridades judiciales nunca hubieran hecho nada, se notaba que protegían a los implicados”, dijo Marielos.  Actualmente, ella y su nieto  viven en Estados Unidos como refugiados, a la  espera del día en el que Castillo sea condenado.