El consumo diario de ajo puede ofrecer diversos beneficios para la salud gracias a sus compuestos bioactivos. Uno de los principales es la alicina, que tiene potentes efectos antioxidantes y antiinflamatorios. 

Estos compuestos ayudan a reducir el estrés oxidativo en el cuerpo, lo que contribuye a prevenir enfermedades crónicas, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Un estudio publicado en el 'Journal of Nutrition' revela que el consumo regular de ajo puede disminuir los marcadores inflamatorios, lo que mejora la salud general y previene enfermedades inflamatorias.

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Además, el ajo es una excelente fuente de fitoquímicos, que fortalecen el sistema inmunológico. 

Estos compuestos, con propiedades antivirales, fungicidas y antibacterianas, pueden reducir la frecuencia de resfriados en adultos, ayudando al cuerpo a defenderse de diversas infecciones.

El ajo también posee un alto valor nutritivo, aportando pocas calorías pero siendo rico en vitaminas como la C, B6 y el manganeso. Cada 100 gramos de ajo contiene 149 calorías, 0.5 gramos de grasa, 33.1 gramos de carbohidratos y 6.4 gramos de proteínas. Por estas propiedades, el ajo es considerado un alimento nutritivo que puede mejorar diferentes aspectos de la salud.

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De acuerdo con 'El Poder del Consumidor A.C.', el ajo puede disminuir los niveles de colesterol y contiene antioxidantes que protegen del daño celular y el envejecimiento. También contribuye a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia. 

Además, mejora la circulación sanguínea gracias a su capacidad para provocar vasodilatación, es decir, aumenta el diámetro de los vasos sanguíneos, lo que permite un mejor flujo de la sangre y disminuye la presión arterial.

El ajo es una de las hortalizas más antiguas utilizadas por la humanidad, de origen asiático, que se extendió a Europa y América durante la ocupación española. Hoy en día, es un ingrediente esencial en diversas gastronomías, incluida la mexicana, donde es común encontrar tanto el ajo blanco como el morado. Una cabeza de ajo, conocida como bulbo, contiene entre 10 y 20 dientes.

Consumir ajo todos los días podría tener un impacto positivo en la salud cardiovascular, el sistema inmunológico y la protección contra ciertos tipos de cáncer. Además, integrarlo en la dieta es sencillo, ya que es un ingrediente flexible que puede ser consumido tanto crudo como cocido, agregando sabor y beneficios a cualquier platillo.