
Juan Carlos Guzmán Berdugo, suegro de Mauricio Funes, aseguró que la acusación se trata de una persecución.
Suegro de Mauricio Funes: "Yo vengo a defender lo mío"
Eran las 7:45 de la noche del miércoles 19 de mayo cuando más de 60 elementos de diferentes unidades policiales entraron al Centro Judicial Isidro Menéndez para custodiar a Juan Carlos Guzmán Berdugo. Dos helicópteros volaban sobre la sede judicial y el sonido de las sirenas alertaban la llegada del suegro del expresidente Mauricio Funes, acusado de lavar dinero para su yerno.
En redes sociales la extradición de Guzmán fue calificada como un "show" por el enorme dispositivo de seguridad que se usó para trasladar a un solo hombres desde Costa Rica hasta el Aeropuerto de Ilopango y luego a tribunales. Parecía que el que estaba siendo movilizado era el exmandatario Mauricio Funes, requerido por la justicia salvadoreña por más de seis delitos pero asilado actualmente en Nicaragua.
La autoridades de Seguridad tenían programado que Guzmán Berdugo llegara a El Salvador procedente de Costa Rica a las 3:00 de la tarde. Pero llegó tres horas después. A las 6:00 arribó a Ilopango la aeronave militar, la cual venía custodiada por aviones A37 de la Fuerza Aérea Salvadoreña.
Guzmán Berdugo, sentado en las afueras del Juzgado Octavo de Instrucción de San Salvador, antes de ser presentado ante el juez Octavo de Instrucción parecía no comprender todo lo que estaba sucediendo. No respondía a los cuestionamientos de la prensa y así pasó por más de 30 minutos.
Transcurrió el tiempo y luego decidió hablar: "Me declaro inocente, aquí y donde sea. Tengo todos mis documentos en orden, claro que soy inocente y espero que el proceso judicial sea justo". "¿Confía en este proceso judicial?", fue la segunda pregunta que le hicieron desde el cúmulo de periodistas y cámaras que lo observaban. "Ahí si me la pusiste difícil", respondió.
Guzmán siguió dando sus respuestas a los cuestionamientos de la prensa y dijo que se había ido para Costa Rica por cuestiones de trabajo y se limitó a decir que fue nada más por "negocios". Fiscalía acusa al suegro de Funes de no justificar $133,564.71 , dinero que salió de las arcas públicas y que, según el Ministerio Público, habría lavado a través de depósitos, retiros y acciones en el sistema financiero.
Según el fiscal que lleva el caso, Guzmán realizó conductas propias del delito de lavado de dinero y activos, utilizando dinero de origen ilícito cuya procedencia era el rubro de gastos operativos de la Presidencia de la República.
"Yo en ningún momento he lavado nada, tengo todos mis documentos en regla y vengo a defender lo mío", dijo. Aseguró que tiene en su poder los documentos con los que justifica los $133,564.71 por los que Fiscalía lo acusa. Guzmán pasó la noche del miércoles en las bartolinas del Centro Judicial Isidro Menéndez en San Salvador y fue trasladado ayer al lugar donde permanecerá por un par de meses, el Centro Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, a la espera del juicio.
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