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Un año de cuervos, viudas y el pupitre de la vida

La provisión llega; se comprende que el milagro es según su voluntad y la amistad se revela.

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Julio Rodríguez - Periodista

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El 2 de enero de 2023, el desafío fue a quemarropa. Me pidieron que colaborara comentando "en vivo" –no presentando– las historias de un programa de televisión (Código 21 en su nueva versión que se había relanzado 20 meses atrás, en agosto de 2021) para el que estaba contratado como periodista.

Una experiencia que acepté pensando que el Señor Jesús usaría esa aparición en la pantalla todas las noches para mostrar la evidencia de sus milagros y activar ayuda para algunos casos. Hechos de bendición de la gente, sustentados en el ejercicio de la fe y la actitud frente a su necesidad.

A mediados del año (el 15 de mayo) me retiré –después de casi dos años de trabajo– en buena lid y con el agradecimiento a ese grupo televisivo. Un mes y medio después (el 17 de julio) estaba en una cama de hospital por un inadecuado tratamiento médico privado, desde entonces tengo que movilizarme temporalmente en una silla de ruedas, recibir tratamiento ambulatorio que, por fe, terminará dentro de poco.

Pero mi labor no se detuvo, seguí escribiendo historias-opinión para varios periódicos, contando milagros de otras personas, creando contenidos de fe y actitud; también promovimos apoyar a personas que difícilmente les alcanza para llegar a fin de mes o resolver todas sus necesidades, no fue mucho, pero con algunos amigos y cristianos (de diferentes denominaciones y congregaciones) creemos en un lema para activar la solidaridad: "Haz lo que puedas", una evidencia que se puede ver en el siguiente enlace https://www.facebook.com/reel/1274313319931566

El Señor me permitió hacerlo desde una cama del Hospital Rosales y luego desde la bendita silla de ruedas, la cual interpreté como estar en un pupitre de la vida, pues allí logré ver cosas y lecciones que, con una actitud de fe, se puede superar un quebranto de salud que, por cierto, no me lo envió Dios, ya que muchos suelen ver los problemas de salud, financieros, familiares, laborales y otros, como una prueba del Señor o hasta se atreven a decir que es "un castigo divino".

¡No! El Dios en el que creemos es amor, no es sádico para mandarnos un mal y luego exigirnos que acudamos a Él suplicando ayuda, ni se goza en nuestro dolor; muchas de las cosas que pasamos son producto de nuestras decisiones, descuidos y hasta acciones que llevan cierta maldad que solemos hacer premeditadamente. Como dicen los abogados con alevosía, ventaja y cohecho.

Al decidirme terminar en buenos términos el trabajo del programa de televisión y entrar de lleno a producir mis propias historias, contando los nuevos Hechos de Jesús en pleno siglo XXI, me dejaba sin un ingreso fijo, pero actuando más por fe con los recursos y talentos dados por el Señor para mi sustento, trabajando producciones independientes para gente e instituciones que podrían contratarme https://www.facebook.com/julio.rodriguez.58958/videos/270003248889127 o sin recibir ninguna remuneración https://www.facebook.com/julio.rodriguez.58958/videos/1047894816617376 sino más bien relatando cómo la gente actúa con fe para salir cada día a construir su milagro. Con las manos alzadas al cielo y los pies bien puestos en la tierra, porque los problemas sociales están a la orden del día.

En 2023 vi –una vez más– la forma misteriosa de cómo obra el Señor. Las úlceras cicatrizan despacio, espero al final de año comenzar a caminar con normalidad, mis gastos básicos fueron cubiertos y se han entreabierto puertas de bendición. ¿Habrá problemas? ¡Sí, siempre! y ¿cómo superarlos? Es cuestión de fe y actitud.

En el pupitre de la vida –la silla de ruedas– supe que el Señor Jesús usa cuervos y viudas (amigos) para pasar las sequías (1 Reyes 1:1-24). La provisión llega; se comprende que el milagro es según su voluntad y la amistad se revela. Quizá no acudan quienes se espera que lo hagan, pero llegan los que Dios escoge para ayudar.

No soy ni por cerca un santo, pero sí agradecido con el Padre, porque aun en medio de nuestras dudas, imperfecciones y desobediencias, el Maestro de Galilea sigue instruyéndome para enfrentar lo que venga en nuestro andar, trabajando para vivir y caminando firme con pies de obrero a su servicio en 2024.

Tags:

  • pupitre
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  • silla de ruedas
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