Su historia se remonta unos cinco siglos atrás, tras la fundación de la capital. Se trata de la cuadra que se encuentra a un costado de la Catedral Metropolitana de San Salvador y del Palacio Nacional, en el Kilómetro Cero de San Salvador.
Construcción de la Plaza Universitaria en el Centro Histórico de San Salvador. Foto: Dirección de Obras Municipales (DOM)
El terreno donde actualmente se construye la “Plaza Universitaria” como parte del reordenamiento del Centro Histórico de San Salvador ha pasado por varias transformaciones y usos a lo largo de los últimos cientos de años.
Se trata de la cuadra que se encuentra a un costado de la catedral Metropolitana de San Salvador y del Palacio Nacional, en el Kilómetro Cero.
Hasta hace unos años estaba ocupada por ventas informales y era conocida como Plaza José de San Martín. ¿Pero qué hubo antes de eso?
Las primeras informaciones sobre dicho lugar datan del siglo XVI, cuando se fundó la ciudad de San Salvador poco después de la conquista española.
En la siguiente década, en 1575, un fuerte terremoto asoló la ciudad, otro más lo hizo en 1581 y otro en 1894, dañando la mayor parte de edificaciones de la capital, incluyendo el referido monasterio que había sido construido de calicanto y ladrillo a un costo de 100 mil tostones; tras lo cual fue reconstruido a costa del rey.
Una segunda ruina ocurrió en el siguiente siglo, XVII, cuando el convento fue destruido por un terremoto y erupción del volcán de San Salvador. Según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), dicha erupción se sitúa en 1658. Esa junto con la de 1917 son las únicas dos erupciones que ha hecho el referido volcán en los últimos 500 años.
En 1719 el convento fue nuevamente destruido por un terremoto, por lo que tuvo que reconstruirse en los siguientes dos años y permaneció hasta mediados del siguiente siglo (1854), cuando un nuevo terremoto lo dañó.
En los siguientes años, en el lugar se construyó un edificio que sería destinado a una Casa de Huérfanos; sin embargo, a punto de finalizarse, se decidió que sería otorgado como sede para la “Universidad Central de la República” (Universidad de El Salvador), que había sido fundada unas décadas antes (1841).
Así lo deja documentado una publicación en el Diario Oficial del 20 de septiembre de 1878, firmada por el secretario de estado desde el despacho de Instrucción Pública:
“Estando para terminarse la construcción del edificio situado al norte del Palacio Nacional, y habiéndose cedido con anterioridad un local amplio y cómodo para la Casa de Huérfanos, a cuyo servicio se había destinado primitivamente la construcción, el Supremo Gobierno, acuerda: ceder de una manera permanente el nuevo edificio expresado para la Universidad Central de la República, debiendo tomarse en cuenta esta diferente aplicación para el arreglo inmediato de sus departamentos respectivos, a fin de que se hallen listos al comenzarse los trabajos del próximo año escolar”, se lee.
Ahí funcionó la Universidad y contiguo a ella la Oficina de Correos. Hasta que un incendio ocurrido en septiembre de 1955 acabó con ambos.
De acuerdo con la revista de La Universidad publicada en 1956, ahí se encontraban ubicadas las oficinas centrales, es decir, la Rectoría, Secretaría General, Oficialía Mayor, Tesorería, Librería Universitaria, Biblioteca Central y las facultades de Economía, Humanidades y Odontología.
Posteriormente funcionó ahí la Plaza José de San Martín, en honor a un héroe argentino que luchó por la independencia de su nación, y fue inundada de ventas informales, las cuales fueron desalojadas en 2016 como parte de los planes de reordenamiento.
Actualmente la Dirección de Obras Municipales (DOM) construye la Plaza Universitaria, una estructura de dos niveles con paredes de vidrio que funcionará como complemento a la Biblioteca Nacional.
En una de sus esquinas, entre las calles Arce y Delgado, y entre la avenida Cuscatlán y España, se encuentra el Kilómetro Cero, desde donde parte la nomenclatura de San Salvador.
Por otro lado, en la otra esquina frente a donde será la Plaza Universitaria funcionó la famosa Casa Dreyfus, en cuyo inmueble funciona actualmente una farmacia, conservando la arquitectura original de la fachada.
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